El «Síndrome Adámico», la enfermedad que padece José Cano y que tiene en vilo a Cambiemos en Tucumán

Según la Biblia en el Génesis, cuando Dios le reprocha a Adán el haber comido la manzana prohibida, inmediatamente éste acusa a Eva de haberlo llevado a tomar esa fruta. Eva a su vez culpa en el acto a la serpiente, quien la habría inducido a probarla primero. Es así como nace lo que se denomina en la actualidad el «Síndrome Adámico» que caracteriza a aquellas personas que no se hacen  cargo de sus errores, sino que depositan la culpa y su falta de responsabilidad siempre en los demás. Este es el síndrome que padece el actual diputado José CanoEn la actualidad José Cano ostenta el cargo de Diputado Nacional habiendo pasado por casi todos los cargos electivos posibles. En sus genes está estampado el hoy llamado «Síndrome Adámico«, pero también un actitud constantemente confrontativa y hostil.

Si bien el polémico odontólogo tucumano ocupa gran parte de su tiempo en criticar cuanta cosa hacen los referentes del PJ, en la provincia en la que perdió las elecciones a gobernador, se da tiempo también para conspirar en contra de aquellos a quien ve como adversarios internos en Cambiemos; es decir, la Senadora Radical –Silvia Elías de Pérez– y el economista –Alfonso Prat Gay– entre otros de su mismo espacio.

En épocas en que en Tucumán prácticamente la oposición no existía, el hoy diputado radical y referente principal de Cambiemos en la provincia, José Cano, encontró una fórmula para destacarse del resto: Echar culpas. Esto le permitió ir forjando un personaje que tenía como gran mérito el destacar errores ajenos sin poder blandir resultados notables en su gestión legislativa.

El rol de «denunciante serial«, le valió situarse en las antípodas del oficialismo tucumano y ser visualizado como un «gran líder opositor«. Su premio, ante la carencia de figuras propias en el PRO local, le sirvió para encabezar sin zozobras la fórmula del equivalente tucumano de  Cambiemos (Acuerdo Por el Bicentenario. APB) como candidato a gobernador en 2015. Así fue que pugnó contra el actual gobernador Juan Manzur, por el sillón de Lucas Córdoba.

El final es conocido por todos en esta provincia; Cano iba a librar una batalla insólita que puso en el centro de la escena nacional a Tucumán denunciando un FRAUDE a la postre inexistente. Algunos miles de tucumanos, los medios nacionales y hasta el propio presidente Mauricio Macri se expresaron al respecto y salieron a «bancar la parada«. A la hora de la verdad se demostró que Cano había perdido por más de ciento veinte mil votos; el fraude no existió, no obstante nunca aceptó que había mentido y manipulado a sus seguidores y mucho menos que había perdido en buena ley.

A poco de empezar la gestión macrista se embarco en un verdadero blef, que había sido pre anunciado en campaña. La promesa era realizar en el NOA y en el NEA una «reparación histórica» con la inversión de 16.000 millones de dólares en obras de infraestructura. Se llamó a esta ilusión «EL PLAN BELGRANO«.

Como es lógico, semejante cifra y grandioso anuncio, iban a tener un fuerte impacto  electoral y generar una expectativa enorme en el electorado de las provincias que involucraban al mismo; su finalidad era la de cosechar votos, luego se vería… El hombre elegido para hacerse cargo de esta «tormenta inversora» iba a ser justamente José Cano quien encabezaría esta ambiciosa e histórica promesa presidencial.

El Plan Belgrano sería la «prueba de fuego» para el crítico crónico José Cano. Ésta era su gran oportunidad y no otra. Tenía la «chapa«, un presupuesto casi igual al de un gobernador y un rango ministerial que lo hacía depender solo del Jefe de Gabinete Marcos Peña. Cano estaba en condiciones por lo tanto, de establecer una suerte de «gobernación paralela» ¡Era el sueño del pibe!.

Tras dar sus primeros pasos hizo lo que más sabe hacer, se peleó real y mediáticamente con cuanto gobernador del NOA/NEA encontró a su paso; la palabra consenso par José Cano nunca fue una opción. Su padecimiento del «Síndrome Adánico» recrudeció a niveles preocupantes.

La primera oportunidad de mostrar su capacidad de gestión en nuestra provincia se la ofreció la naturaleza; a fines e Marzo y principios de Abril de 2017 terribles inundaciones azotaron al sur tucumano.

Ante la crítica situación que atravesaban los habitantes de la localidad de Lamadrid -tapada por el agua- el Estado tucumano y la población en general, imaginaban que el Gobierno Nacional iba a hacer «desembarcar» a Cano con un verdadero ejército de maquinarias y recursos para atender a los afectados. Esto no sucedió, aunque se pudo ver al Titular del Plan Belgrano –José Cano- mostrándose en fotos caminando acompañado de algunos dirigentes afines en las lejanías de zonas afectadas y hasta se animó a participar de un montaje para los medios en el que el propio presidente Macri participó. El montaje debió hacerse en otra localidad para no enfrentar el descontento e indignación de los inundados. A José Cano se le comenzaron a «caer los naipes» y volvió a sufrir otro ataque del virulento «Síndrome Adánico«.  Se dedicó a culpar al gobierno de la provincia de Tucumán hasta del clima. Además de las inundaciones, los tucumanos comenzaron a sospechar que el famoso Plan Belgrano, hacía agua por todos lados.

“La gente está siempre culpando a sus circunstancias por lo que son. Yo no creo en las circunstancias. La gente que progresa en éste mundo es la gente que se levanta y busca las circunstancias que quiere, y, si no puede encontrarlas, las hace.”  –George Bernard Shaw

El caso de las inundaciones en Lamadrid fueron el primer dato certero que tuvieron los tucumanos de que algo andaba mal con José Cano y «su» Plan Belgrano, muchos comenzaron a «picarle el boleto» y reprocharon duramente su falta de presencia y de resultados concretos.

Otro dato de la realidad fue cuando el diputado en cuestión y precandidato de Cambiemos para la elecciones a gobernador de 2019, comenzó a ponerle el sello de Plan Belgrano a cuanta encontraba en las diferentes localidades de la provincia, tal como el Boulevard 9 de Julio en Yerba Buena (Gestionado bajo el programa Norte Grande por el ex legislador peronista, Sisto Terán). Sus ansias por mostrar resultados de algún tipo, lo llevaron a publicar un aviso de grandes dimensiones en el matutino La Gaceta por el valor de unos $200.000 en Julio de 2017 en el que mostraba una fotografía de una obra en la localidad de Zaimán como si fuera parte de Tucumán en vez de Misiones. Este verdadero papelón le otorgó a la cuestión «Cano-Plan Belgrano«, el poco grato premio de la burla en programas como el del oficialista Jorge Lanata, quien se mofó sobre el asunto durante su monólogo en el prime time de Canal 13, en vivo y para todo el país.

Esto es una maniobra mediática y política en mi contra” (José Cano)

Esta nueva excusa del diputado excusador serial, fue la gota que rebalsó el vaso y que modificó el nombre del cada vez menos creíble Plan Belgrano, que de ahí en más se conocería masivamente en la provincia como «Plan Coreano«. Este verdadero escándalo involucraba a Cano, Darnay, Barreñada, Accardi y dos ciudadanos coreanos que viven en la Argentina: Dae Kyu Yang y Young Sik Oh.

Un insólito viaje de sus asesores que gestionaban la compra de insumos en Korea del Sur por el valor de Trescientos Millones de dólares (más un «diez por ciento de gastos de representación») literalmente incineraron al diputado.

En la nota que en 2017 El Diario en Tucumán publicaba, dábamos cuenta del procesamiento que pesaba sobre Cano y sus amigos por parte del Fiscal Federal Guillermo Marijuan. Titulábamos entonces. «Todo lo que hay que saber de la imputación de Cano» (click en letra azul para ver nota).

Recientemente el programa ADN, que se transmite por C5N, acusó a Cano de habitar en una lujosa vivienda cuyo alquiler es pagado por un empresario tucumano, lo que desató otro nuevo escándalo que todavía no mereció explicación lógica de su parte.

En una de nuestras notas pusimos el ojo en el verdadero «historial» del diputado padeciente del «Síndrome Adánico«. En ella se encuentran algunos de los detalles menos difundidos por la prensa en general y que pone en perspectiva la relación entre José Cano y los procesados el ex Rector de la UNT, Cerisuola y el ex funcionario de esa alta casa de estudios, Luis Sacca. En la nota en cuestión afirmábamos:

«Su sociedad política con personajes como el ex Rector de la UNT, Juan Alberto Cerisolay el ex secretario administrativo de esa casa de estudios (también ex diputado nacional por la UCR) Luis Sacca (Ambos procesados por el Juez Federal Nº2 Fernando Luis Poviñay embargados por Cincuenta y Diez Millones de pesos respectivamente, por el presunto uso irregular de alrededor de $353 millones provenientes de las regalías mineras entre 2006 y 2009) es por todos conocida». (Click para ver la nota completa)

La actitud necia del precandidato a gobernador por Cambiemos en 2019, el diputado José Cano lo mueve a «autopercibirse» como un verdadero «hombre honorable«. Dentro del mismo Cambiemos ya nadie parece dispuesto a continuar tras la malograda huella de sus pasos.
Fuentes del «riñón» de Cambiemos se atreven a confesar que «gran parte del fracaso electoral de Cambiemos en Tucumán, se debe a que José Cano siempre tuvo el criterio de trabajar sobre ‘tierra arrasada’ y que por ese motivo, optó literalmente por ‘frenar’ todo tipo de arribo de recursos, programas y hasta apuntó contra el iceberg como el Titánic, la proa del Plan Belgrano«.

No fueron pocos los funcionarios electos de Cambiemos en tucumán, que oyeron de la boca de José Cano, la frase acuñada por él: «Vos sos (intendente, legislador, concejal, etc.) con voto prestado«. Pues es muy posible que ahora quien padezca la consecuencia de dicha frase sea él mismo, ya que desde el seno del macrismo no verían con buenos ojos, «prestar su sello» nuevamente al diputado negador.

Mientras el Diputado José Cano apunta sus misiles hacia el peronismo tucumano, hacia sus ex correligionarios de la UCR y hacia todo aquel que visualiza como eventual obstáculo para satisfacer su ambición; la pregunta del millón es si alguien se animará a escudriñar en todo aquello que produjo el enorme pasivo que pesa sobre la Universidad Nacional de Tucumán y la corrupción en la obra pública y en el manejo de fondos que padeció la misma bajo la gestión de Cerisuola y Sacca.

Tal vez si algún periodista o algún dirigente se animara a indagar en los orígenes políticos de José Cano, en su relación estrecha con la UNT, encontraría numerosos elementos útiles que permitan responderle a un verdadero personaje que tiene la lengua demasiado afilada y el dedo como un «puntero«. Cano tuvo la oportunidad histórica de que hablar del Plan Belgrano sea poder blandir el mayor logro de los últimos 30 años, en vez de que -como es en la actualidad- sea algo que suene a una tomada de pelo en el día de los santos inocentes.