El Cacique de la comunidad Diaguita El Mollar, «Lalo» Cruz, propone mesura en los valles tucumanos

Luego de tanta desmesura, desapego a la normativa que regula el comportamiento de personas y grupos de personas y comisión de delitos flagrantes; desde la Comunidad Diaguita El Mollar, en voz de el Cacique Enrique «Lalo» Cruz; se sientan bases para un diálogo en un marco constitucional e institucional.

Tras la entrevista telefónica realizada entre El Diario en Tucumán y el Cacique Cruz, surgieron preocupaciones mutuas sobre el estado de situación a la que se llegó durante este largo período de casi cincuenta días en que en los valles, la anomia y la anarquía, fueron un cóctel explosivo.

Las banderas levantadas por la representante indígena, Margarita Mamaní, pusieron más énfasis en los personalismos y las sobreactuaciones en las que quedaron magullados, Mamaní, funcionarios judiciales, el ex intendente de Tafí del Valle, ahora legislador, Jorge Yapura Astorga, el Ministro de Seguridad de la Provincia y el intendente de Tafí del Valle, Héctor «Pancho» Caliva.

Divide y reinarás

Es innegable que Margarita Mamaní, posee una ascendencia importante, ya no en la localidad de El Mollar, sino en otras tantas. Hasta se dio el lujo de eclipsar a referentes comunitarios de los pueblos originarios, como el Cacique Eduardo Nieva, de Amaicha del valle, quien este año concluye su tercer mandato consecutivo logrado tras una forzada asamblea en la que se lo entronizó. Nieva deberá dar un paso al costado en cacicazgo amaicheño y abocarse a luchar por las reivindicaciones de los pueblos originarios desde otros espacios. Intentar un cuarto mandato consecutivo, sería un verdadero escándalo.

Surge el interrogante ¿Cómo hizo la dirigente indigenista Margarita Mamaní para lograr semejante grado de atención mediática y consenso en su comunidad?

Parte de la respuesta a esto, está dada en parte en la primera nota que escribimos al respecto desde El Diario en Tucumán, en donde establecíamos paralelismos entre ella y el intendente de Yerba Buena, por su excesivo personalismo y las medidas arbitrarias, como cortes de pasos en rutas y calles y la búsqueda de un «blindaje» de sus respectivos nichos de poder.

Campero y Mamaní por la misma senda

La nota en cuestión, fue titulada, Derechos y Garantías – La Cacica Mamaní y el Cacique Campero van por el mismo camino. (click en letra azul para acceder a la nota.

En la misma, el prestigioso constitucionalista Dr. Martín Viola, ponía en blanco sobre negro estas atribuciones tomadas por el funcionario de  un Estado Municipal (Campero Intendente de Yerba Buena) y una «lider social«, la tal «Margarita Mamaní«.

Esto rezaba al respecto en parte de la entrevista realizada al Dr. Viola: ««Numerosas provincias tomaron la decisión de cerrar sus fronteras y tomaron medidas que exceden sus facultades en razón que la suspensión de derechos y garantías implica la declaración de un Estado de sitio y esta medida de carácter excepcional sólo puede ser declarada por el Congreso Nacional (principio general) o por el Presidente de la Nación (casos excepcionales)«

Pues a su modo, tanto Mariano Campero como Margarita Mamaní, aplicaron medidas claramente anticonstitucionales. Éstas serán más fáciles de evaluar en los meses venideros con verdadera objetividad. Ya surgirán análisis más adecuados sobre las actitudes tomadas por un funcionario público (Campero) y por una dirigente social (Mamaní), misma que no goza de prerrogativas otorgada por la ley. En definitiva, ambos optaron por lo «fáctico» en vez de los intitucional.

Lo de Mamaní fue todo un circo armado con un único propósito: acumulación de poder. Para ello decidió acudió a una serie de acciones conjuntas y sistemáticas que tuvieron como común denominador; agitar el miedo, el resentimiento, el odio, las diferencias sociales y hasta étnicas (en pleno siglo XXI).

Mamaní supo generar una «grieta» en donde supuestamente había convivencia pacífica y amigable. Así crearon las figuras del «de los abajo«, «la no pertenencia«, se agitaron las diferencias socioeconómicas.

Quedaron evidenciados por igual, quienes intentaron (imprudentemente) violar la cuarentena establecida por el Gobierno Nacional y Provincial, por un lado, midiendo con la misma vara a quienes realmente precisaban subir a los valles para poder pasar su cuarentena en casa.

En el medio, quedaron atrapados vitivinicultores, productores agrícolas, profesionales de la salud y de la educiación, comerciantes, proveedores de mercaderías, cosecheros, etc. que contaban con su autorización otorgada por la Nación, pero que debían (ante la presencia pasiva de la autoridad policial),consultar o «arreglar» con Margarita y su grupo (un «ABC» del comportamiento y estrategia, que se le adjudica a la líder norteña Milagros Sala, en la vecina provincia de Jujuy). En definitiva, para una ambiciosa señora apellido Mamaní, «ganarse las jinetas»  de «perseguida y presa«, la acercaban a su meta. Existen videos en donde ella se jacta de tener más de noventa causas penales. Todo un logro político, mientras las instituciones continúen mirando hacia el costado.

Margarita no peleaba una batalla contra el hambre, desocupación, falta de oportunidades, desigualdades de todo tipo, falta de acceso a la salud y a la vivienda y postergaciones de las comunidades de pueblos originarios de los Valles Calchaquíes. Margarita empezó su cruzada en El Mollar, quejándose de que el gobernador Juan Manzur, recibió con agrado la puesta a disposición por parte de la Asociación Bancaria, de medios para atender eventuales enfermos de coronavirus. «¡Nadie nos consultó nada!», se quejaba la indigenista, que sin empacho, decía tener el apoyo nada menos que del Ministro de Seguridad Ciudadana, Claudio Adolfo Maley, de quien todavía no surgió un desmentido o una desautorización a tales dichos de Mamaní.

¿Estaba Mamaní en situación de poder decidir quién o quiénes accedían a los Valles o transitaban por la Ruta 307 a Catamarca o a la provincia de Salta? ¿Estaba Mamaní en condiciones de fijar políticas sanitarias para la totalidad de las comunidades, originarias o no, que habitan en los valles? Claro que la respuesta a estos interrgantes es ¡NO!.

Margarita se dio el lujo de «hacer subir a los valles» al exintendente de Tafí del Valle, Jorge Yapura Astorga, al propio Ministo Maley, para «negociar«, el acatamiento de un oficio judicial que exigía su inmediata detención domiciliaria (hoy leve pena).

Se dio el lujo -en plena cuarentena- de aglomerar a sus partidarios, periodistas, autoridades policiales y gubernamentales en un espacio reducido, produciendo amontonamientos prohibidos expresamente por leyes y decretos que se encuentran vigentes.

Desde la Comunidad Diaguita El Mollar, liderada por el Cacique Enrique «Lalo» Cruz, emitieron un comunicado que da cierta esperanza de que la situación se normalice.

Tanto en El Mollar, Tafí del Valle, Amaicha del Valle y por qué no de las miles de personas que son propietarias de negocios, consultorios, escuelas o simples veraneantes (a quienes Mamaní pretendió hacerles pesar su yugo), avizoran un principio de solución pacífica a este indeseable conflicto.

«Los Consejos de la Comunidad Indígena Diaguita El Mollar«, emitieron un comunicado, rubricado por el cacique Enrique «Lalo» Cruz; dirigido a pobladores, funcionarios, de los Estados Provinciales, Municipales y Comunales y a todos aquellos, que «nacidos o por opción«,  tengan intereses y obligaciones en los valles.

Mientras tanto Mamaní, desde su domicilio, continúa agraviando a jueces, fiscales y funcionarios de todo color, con una consigna que lejos de beneficiar a los pobladores de los valles, produjo una grieta que va a llevar tiempo y voluntad de cerrar.

La pandemia de Coronavirus, no tiene espacio para odios y manipulaciones; mucho menos para mesianismos e inobservancia de las leyes que nos rigen a todos por igual y que no hace distinción de color de piel, etnia o credo.

Comunicado de «Los Consejos de la Comunidad Indígena Diaguita El Mollar»

Comunidad Indígena Diaguita “El Mollar”.
Personería Jurídica 24/2006 (RENACI – INAI)
CONTACTOS: [email protected]

– COMUNICADO –
Los Consejos de la Comunidad Indígena Diaguita “El Mollar”,
junto a nuestro cacique, Enrique Cruz, y a todas las familias de nuestra Comunidad nos expresamos una vez más EN CONTRA DE TODO TIPO DE VIOLENCIA.

La expansión de la pandemia del COVID 19 expuso con contundencia algunos de los problemas serios de la sociedad tucumana y vallista en particular.

La cuarentena declarada a nivel nacional exacerbó aquello que siempre supimos: la desigualdad social, una tremenda inequidad, el descrédito permanente, la escasez de trabajos dignos y la falta de recursos jurídicos, por mencionar algunos.

Como pueblo originario nos vemos entrampados en una situación de vulnerabilidad que nos impide aún más afrontar con dignidad y claridad situaciones de presión, de tensión y de fuertes intereses cruzados.

Con el inicio de las medidas de aislamiento y restricción dictaminadas por el Estado todo un sector de la sociedad tucumana creyó que era mejor pasar unos días en los valles y se agolparon en la ruta para instalarse aquí; un lugar en el que el hospital
cuenta con escasos recursos humanos, de infraestructura y tecnológicos! La gente creyó que tenían el derecho a salir de sus departamentos citadinos, de sus viviendas de espacios urbanos para aprovechar el tiempo en estos valles prodigiosos.

Pero aquí estamos los pobladores! Los que vivimos por generaciones en estos lugares, los que “somos de aquí”, aunque muchos no lo quieran ver así. El Estado Nacional reconoció nuestra pre-existencia, según Personería Jurídica del RE.NA.CI (INAI) Nº 024 del 2006.

La situación generada por el miedo a la pandemia, por el aislamiento que, más que físico, es realmente “social”, la incertidumbre de nuestros presentes y futuros en Tafí, dio lugar a una tensión que enfrenta a hermanos y hermanas. Intereses políticos de por medio, terminamos implicados en la peor de las redes: aquellas que nos dividen, las que nos enfrentan, las que no admiten diálogo alguno y
promueven la violencia. Nuestras autoridades comunitarias están siendo severamente amenazadas e injuriadas; tememos por su integridad física y espiritual.

Hace ya más de dos años que venimos alertando a las instituciones del Estado provincial y nacional, en particular al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, que la situación en El Mollar se había tornado cada vez más violenta; totalmente ajena a los intereses comunitarios!

Denunciamos el abuso de poder, el autoritarismo que primó (y lo sigue haciendo) en nuestro territorio por parte de la Sra Margarita Mamaní. Denunciamos formalmente usurpación de cargo, de personería jurídica de quien, por conveniencia, abdicó de su
pertenencia a la Nación Diaguita.

Hasta el día de hoy – ya claramente tarde, con gente presa, golpeada, además de una tremenda tensión entre tod@s nosotr@s, que no cesa y está llena de agravios y mentiras – el Estado no responde!

Estamos muy afligidos porque la gente cree que nuestra Comunidad, la Diaguita de El Mollar promovió los hechos sucedidos la semana pasada en la ruta provincial 307. NO ES ASÍ: nunca estuvimos allí, ni en ningún control establecido en la misma.

Comunidad Indígena Diaguita “El Mollar”. Personería Jurídica 24/2006 (RENACI – INAI)

CONTACTOS: [email protected]

Ante la situación de emergencia sanitaria nuestra Comunidad desde un comienzo instó a las personas a QUEDARSE EN SUS CASAS. Para tratar de solucionar los problemas que ocasionan estas situaciones de aislamiento se activaron REDES DE APOYO MUTUO para las personas que necesitaran asistencia, para que no tengan que desplazarse, colaborando en realización de compras, en la realización de trámites virtuales, como los del IFE; servicios de enfermería, de asistencia en la educación para niñ@s en edad escolar, entre otros. Esa es nuestra manera de trabajar en la
cuarentena.

Por otro lado, en el mismo marco, hemos estado recibiendo y asesorando a varias decenas de personas que, de una u otra manera, vieron vulnerados sus derechos básicos por la arbitrariedad de las medidas que dirigía la Sra. Margarita Mamani en el
corte de la ruta 307, a la entrada delos Valles. Derechos como acceder a sus hogares, a tratamientos médicos indispensables, al retorno de familiares menores de edad que estudian normalmente en localidades del llano tucumano, e incluso el traslado de
médicos y profesionales de la salud en general y de funcionarios públicos de localidades vecinas a nuestro Valle recibieron nuestro asesoramiento.

Eso es lo que denunciamos en las organizaciones del Estado. El corte del Km 48 fue dejado en manos de personas ajenas al mismo, con la irresponsabilidad de que no se trata de gente con la idoneidad, capacitación y formación básica que requiere la
función del control de la población en esta situación de emergencia.

El Estado delegó en una persona autoritaria, que abusa de su condición de género y de indígena para ordenar a su capricho e interés la circulación y el acceso de la gente en el valle.
Como Comunidad nos vimos en la obligación de denunciar ante el Ministerio Público Fiscal el incumplimiento de la Cuarentena por parte de la Sra Mamaní y sus seguidores, con agravantes que fueron expuestos en las denuncias referidas:

– Obstaculización de paso a personas con Permiso de Circulación Nacional correspondiente.
– Obstaculización y/o impedimento de paso a personas con tratamientos de salud de urgencia.
– Obstaculización y/o impedimento de circulación a funcionarios públicos, vulnerando acceso a necesidades básicas de salud, educación, entre otras.
– Restricciones horarias completamente arbitrarias para la realización de las tareas que se deben realizar fuera del Valle, como ser, la Capital provincial; del mismo modo que otras que deben realizarse aquí, en el Valle.
– Ejercicio de poder totalmente ilegítimo con actos de discriminación
xenófoba, de coerción, cohecho y violencia.

También exigimos hace ya semanas atrás a la Gobernación y a los Ministerios pertinentes que asuman sus responsabilidades. Consideramos que no se puede delegar facultades intrínsecas en civiles, en personas sin la idoneidad necesaria, sin instrucción para estos fines, sin ningún tipo de cobertura. Nos pusieron en
riesgo a tod@s. El Estado se está constituyendo en cómplice al dotar de legitimidad el accionar de la Sra. Mamaní.

No fuimos los únicos que reclamamos y terminamos denunciando esta situación y, por lejos, tampoco los primeros. Hay un reclamo formal con la firma de más de 300 pobladores del Valle y áreas vecinas.

NO ACEPTAMOS QUE SE PERSONALICE LA DENUNCIA. El hermano Enrique Cruz nos representa como Cacique. Él debe firmar, como corresponde de acuerdo a nuestro Estatuto, lo que la Comunidad define. Las denuncias son de nuestra Comunidad que cuenta con al menos unas 200 familias. Comunidad Indígena Diaguita “El Mollar”.
Personería Jurídica 24/2006 (RENACI – INAI)
CONTACTOS: [email protected]

La Justicia interpretó, a partir de cientos de denuncias recibidas, los siguientes delitos:

– Violación de medidas para impedir la propagación de una pandemia (art. 205 del c.p.);
– Impedimento y/o entorpecimiento al transporte de personas por tierra (art. 194 del c.p.);
– Usurpación de autoridad (art. 246 del c.p.),
– Instigación a cometer delitos (art. 209 del c.p.), todo en concurso
real.

Dejamos expreso que la Comunidad Indígena Diaguita El Mollar sigue firme en su compromiso de velar por la seguridad sanitaria y la integridad de toda la población del Valle de Tafí.

Todos y todas debemos cumplir con el DECRETO NACIONAL de URGENCIA. Eso vale para nuestras familias del Valle y vale para cualquier ciudadano y ciudadana de
nuestro país.

En tiempos de pandemia TODOS deben respetar ese DNU.
No son tiempos de turismo de ninguna índole.
No son tiempos de vacaciones.
No deben venir al Valle de Tafí si no residen aquí.
No se pueden quedar aquí si no tienen algún justificativo previsto en la legislación vigente!

El DNU también vale para aquellas personas que tienen su segunda o tercer casa en nuestro Valle. No pueden venir hasta que no se levante la cuarentena! Pero, si hubiera gente que duda de las condiciones de su propiedad, podrán consultarlo con
las autoridades competentes.

Les decimos: NO SE DESPLACEN PARA ELLO!! Por su seguridad y por la nuestra!

Seguiremos colaborando con el Estado en lo que atañe a esta situación de emergencia, tal como lo veníamos haciendo desde que asumimos nuestras funciones en el año 2018, más allá de que nos quieran evitar, SOMOS COMUNIDAD y nos debemos a nuestras familias, hermanos y hermanas.

Creemos que todos juntos podremos construir un presente y un futuro en mejores condiciones.
Somos hijos e hijas de la madre tierra.
Pedimos al sol que nos brinde claridad.
Esperamos que llegue a nuestro pueblo la calma necesaria para reconoce