Desastrosa reunión de Comisión de Obras Públicas en Yerba Buena. ¿Se parte el «cinturón oficialista»?

La única verdad es la realidad y aunque muchos pretendan negarlo, existe un plan estratégico que apunta a convertir a Yerba Buena en una serie de condominios de pisos en altura, reñido totalmente con los intereses de los ya vecinos del municipio.

Cuando decimos que esto EXISTE, es absolutamente literal. Los planos esperan el visto bueno mientras descansan en los estudios de arquitectura, de empresarios y de desarrolladores inmobiliarios.

Tal como informamos en la nota previa sobre el tema, durante la mañana de este martes 28 de Julio, debían llevarse a cabo dos reuniones entre los miembros de la Comisión de Obras Públicas, presidida por el concejal José Macome, secundada por los demás integrantes de la misma, en conjunto con concejales invitados y con representantes de desarrolladores inmobiliarios.

Habíamos advertido en la nota publicada el pasado Lunes 27 y titulada «Cuando la excepción es la regla – Dos empresas que solicitan eludir el Código de Ordenamiento Urbano, deben pasar antes por una ‘Comisión’ en el HCD de Yerba Buena» (Click en letra azul para acceder) que dicha reunión no contaba con el respaldo del intendente Mariano Campero, quien estaría ya cansado de que Macome, empresarios amigos y concejales del PRO, le planteasen permanentemente una agenda atiborrada de excepciones al Código de Ordenamiento Urbano (COU).

El Diario en Tucumán -en exclusiva- había adelantado esta cuestión a sus lectores, por lo cual se esperaba que la reunión fuese -con suerte- un previsible fracaso y así lo fue.

Dicho sea de paso, la tensión que imprimió el concejal Macome a su relación con los demás concejales y con el propio intendente, tuvo su contraparte en un duro mensaje de uno de sus pares oficialista, uno de los más fieles representantes de Campero en el Concejo Deliberante.

Cuando advertimos que nuestra información surge del mismo «riñón» del círculo íntimo de los funcionarios de Yerba Buena, es también un hecho comprobable, tal como lo demuestra la presente captura de pantalla provista a este medio por un par de fuentes de ese círculo íntimo.

 

El mensaje lapidario del funcionario, muestra cuán ciertas eran las apreciaciones publicadas por nuestro medio sobre la gestión de dicha Comisión en el HCD de Yerba Buena.

En la primera reunión programada con uno de los desarrolladores, los concejales se toparon con que quien «dió la cara«, era solo una persona contratada para tales fines (lograr una excepción al COU) y no la de los verdaderos empresarios dueños del proyecto.

Ante las preguntas de rigor de los concejales, el representante de los empresarios, insólitamente, reconoció desconocer características básicas, tanto técnicas como legales, sobre el proyecto por el cual fue a exponer su rostro.

Tal como lo expresa el mensaje de Whatsapp, Macome no proveyó copia de los expedientes y datos precisos del emprendimiento a tratar, cosa que ya se hizo una costumbre durante su gestión al frente de la Comisión de Obras.

Ésto, más la insólita actitud del representante de los desarrolladores inmobiliarios, generó cada vez más tensión en la reunión, lo que determinó que un grupo de concejales opositores y oficialistas, se retiraran de la misma, lo que abortó dicha reunión y también la programada con otro empresario para una hora posterior.

Una de las fuentes contó que de manera socarrona, se escuchó la recriminación de un concejal a sus pares Apud y Casanova (quienes vienen mostrando en sus redes el reparto de semillas que hacen en los barrios) decir: «¡Qué extraño!. Ustedes andan por los barrios regalando semillas y lo único que saben hacer germinar son edificios de altura que requieren de excepciones al Código!«. Ocurrente por cierto.

El presidente del Concejo Deliberante, Rodolfo Aranda, a su vez, no queda exento de sufrir ciertas abolladuras en su «carrocería política«, habida cuenta del reclamo directo de un grupo de concejales que solicitan algo tan obvio como equidad a la hora de tratar temas en comisión y en sesiones. El reclamo se extiende, cuando lo que se exige es tener posibilidad de al menos tomar conocimiento previo de los expedientes que cursan trámite en el Concejo y especialmente en la Comisión de Obras y Servicios Públicos en manos del concejal Macome.

Tanto la actitud de retirarse (en el caso de concejales oficialistas), como la publicación del mensaje de Argiró, exponen de manera ineludible el «quiebre» de las relaciones que existen entre Campero y los concejales Macome, Casanova, Apud y Aranda. Para otra nota, estrictamente sobre política, dejaremos el análisis de tal situación; pero adelantamos que -tal como lo confirma otra fuente confiable- Mariano Campero confía cada vez menos en su círculo íntimo. No es de extrañar, teniendo en cuenta de que muchos de ellos responden a otros «patrones«, entre ellos…, José Cano, quien no termina de asumir que su ascendencia sobre Campero es absolutamente nula desde que éste supo hacer naufragar proyectos presentados en el nunca concretado «Plan Belgrano» que éste encabezó.

No se sabe cuáles serán las consecuencias de semejante desaire que tuvieron que padecer Macome, Aranda, Apud y Casanova por parte de sus pares en la reunión de este martes. Lo seguro, es que tal como dijimos en la nota anterior, es probable que tal como anticipamos, el concejal José Macome tenga los días contados al frente de la Comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante.

Todas las alternativas políticas detalladas en esta nota, son de difícil comprensión para los vecinos «de a pie«. Lo cierto es que ya hay algunos referentes de asociaciones civiles y ex funcionarios, que comienzan a hacerse ver y pretenden ser escuchados por Campero. Ya desde hace largo tiempo se está poniendo en juego la identidad de Yerba Buena.

Esta «hipertrofia urbanística» a la que está siendo sometida Yerba Buena y que venimos de hace años alertando desde El Diario en Tucumán, está llegando a un punto sin retorno. Cada casona antigua que se demuele, cada edificio en altura que se erige, cada poste de hormigón que reemplaza a un árbol, cada metro cúbico de cemento que reemplaza al verde pasto; va eliminando parte de la historia, la identidad y la fisonomía de un municipio que supo ser un verdadero jardín.

El intendente Mariano Campero podría inteligentemente crear un Consejo Consultivo sobre la historia y patrimonio arquitectónico en Yerba Buena, integrado por grandes urbanistas e historiadores del medio, concejales, funcionarios y vecinos.

Debiera tener este eventual Consejo, voz y voto en los temas ligados a los nuevos desarrollos urbanísticos. De este modo, equilibraría el poder concedido a los representantes de la Comisión de Obras y Servicios Públicos del Concejo Deliberante durante su anterior gestión.

Ésto otorgaría mayor transparencia a la actuación de funcionarios y empresarios, garantizándole al vecino que su calidad de vida no será alterada al menos en exceso.

El Concejo Deliberante de Yerba Buena, solo por ahora, quedó malherido en una posición de seis concejales por un lado y cuatro por otro. Ese 6/4 es una fórmula que Campero conoce a la perfección.

«Dice un amigo de otro amigo, primo de un funcionario que es íntimo del intendente de Yerba Buena«, que le escuchó decir: «No hay problema, no será la primera vez que tenga que gobernar con un DNU en la mano«.