¿Se puede pedir permiso para violar las normas? En Yerba Buena sí, solo hay que pasar antes por donde corresponda. La reunión entre empresarios e integrantes de la Comisión de Obras y Servicios Públicos del Concejo Deliberante de Yerba Buena (que preside el concejal José Macome), será a puertas cerradas y con horario fijado a Hs.9,30 de este Martes 28 de Julio. El segundo turno (puntual) será a Hs. 10.30 en el paupérrimo edificio en donde funciona el HCD de Yerba Buena, cuya puerta de salida en el salón de sesiones, se abre para adentro y carece de luz de emergencia y matafuegos auditado.
Como ya explicamos en diversos artículos, Yerba Buena se está quedando sin superficie en llano para satisfacer la demanda de vivienda y oficinas, por lo que llueven pedidos de excepciones solicitados por desarrolladores y empresarios inmobiliarios para que se les conceda un permiso especial (otra vez sopa) para «ultrajar legalmente» el COU; Código de Ordenamiento Urbano de la «ciudad de los opositores oficialistas«.
Como es costumbre de El Diario en Tucumán, acudimos a fuentes absolutamente fidedignas y confiables, que nos informan que el intendente Mariano Campero, «tendría…» (¿Cómo decirlo sin caer en chabacanerías?). Tendría los «huevos al plato» ya, de poner el rostro ante cada excepción que emerge de esa suerte de «Inmobiliaria» en que se ha transformado una de las principales comisiones del Concejo Deliberante yerbabuenense. A siete meses de haber asumido su segunda gestión, el concejal José Macome pretende «marcarle la cancha» -¿una vez más?- a Campero. Esta vez, parecería que el actual intendente está dispuesto a frenar con un «tackle alto«, las aspiraciones prematuras de dicho concejal que se autopercibe heredero de la gestión que hoy lleva adelante Campero.
Recordemos que durante la gestión pasada, se aprobó una ordenanza por la cual toda urbanización que exceda los 2.500 m2, debe pasar antes por el tratamiento de dicha comisión en el HCD local. Esto obliga a que el «Chiclet» llegue ya «masticado» a manos del intendente Campero.
Este intendente a su vez, tiene que ratificar lo actuado por los concejales ya que de no hacerlo se ganaría la antipatía de sus aliados. Esto significa que Campero debe pagar un costo interno si decide oponerse y vetar lo que el Concejo le envía o pagar un costo externo, si decide aprobar las excepciones que ya hartan a los vecinos y hasta a los propios empresarios que no cuentan con el privilegio de la «amistad» de los integrantes de la Comisión de Obras y Servicios Públicos.
¿Pero de qué estamos hablando? Este martes 28 del corriente, los empresarios solicitarán excepciones y explicarán el motivo de su pedido ante esa comisión que tuvo la «delicadeza» de cursar invitaciones (vía Whatsapp en la voz del concejal Aranda) a participar de dicha reunión al resto de los concejales que no integran esa comisión. El «Sí se puede«, estaría dado por los concejales, Macome, Aranda, Casanova y Apud. El «ya veremos si se puede«, estaría en manos del resto. En algunos lados, le llaman a esto «consenso«, en mi barrio tiene otro nombre que va más ligado a lo que los niños hacen volar con los vientos de Agosto.
«Tirá para arriba«, dice el tema de Miguel Mateos. Hay toda una «movida» en esta nueva Yerba Buena, para dar vía libre a que en donde hubo verde y límite de altura para edificar, se permita una orgía de pisos e inmuebles en altura; algo que hasta ahora se encuentra limitado por el famoso COU y por lo cual, con cada piso de más permitido por excepción, los empresarios ganan más dinero. Así poco importa si se produce un tremendo impacto urbanístico, en pos de el relajamiento y el poco o nulo apego a las normas existentes que regulan o alguna vez pretendieron regular, la identidad del municipio preferido de los «bikers«.
En definitiva, el concejal que preside la Comisión de Obras y Servicios Públicos, será este martes el anfitrión de los siempre ávidos empresarios para dar vía libre o no, a las excepciones en una edificación en calle San Martín y otra en Av. Solano Vera y Plaza Vieja. Para ello requiere el apoyo de otros concejales ajenos al oficialismo (si tal cosa existe) además de los propios.
Campero tiene la última palabra y deberá -si estas excepciones son aprobadas- hacerse cargo de poner su rúbrica en otro mamarracho ant¡jurídico. Caso contrario y si opta por ser Mariano y no «Marianito«, tendrá que poner un freno y decir ¡BASTA! a la «inmobiliaria» que funciona en Solano Vera Segunda cuadra.
Según dicen nuestras fuentes, el concejal y entrenador de rugby, José Macome, tendría los días contados al frente de la Comisión de Obras y Servicios Públicos. En esto pareciera que ya existe consenso entre Campero y al menos seis concejales.
Yerba Buena se caracteriza (lamentablemente) por el poco compromiso ciudadano de sus habitantes o vecinos, quienes solo se quejan cuando el tema en cuestión aprieta su propio zapato.
La reunión de este martes es clave, ya que además de tratarse estas dos excepciones en sí, se sentará un precedentes más para que otros desarrolladores y empresarios soliciten en un futuro, las mismas prerrogativas que puedan otorgarse.
Las reuniones de las Comisiones del HCD de Yerba Buena, no son abiertas al público ni a la prensa, salvo voluntad expresa de su presidente e integrantes. Este «gobierno abierto» que se proponía en campaña, no parece incluir que el vecino pueda acceder en primera persona a las cuestiones que se tratan en comisiones, sino solamente en las sesiones en las que ya todo estará «cocinado«.