Vilcabamba, un pequeño poblado en el sur de Ecuador, ostenta la fama de contar con los «viejos más viejos del mundo«, con varias personas que superan con facilidad los cien años de edad.
Este poblado rural andino, con cerca de 2.000 habitantes, ha sido en las últimas tres décadas objeto de estudio por parte de investigadores de todo el mundo para determinar si es cierto que en estas tierras hay algo que permite vivir a la gente por muchos años o si sólo es una exageración.
La ciencia sigue sin ofrecer alguna respuesta, y en el pueblo mismo casi nadie la está esperando. Muy pocos se cuestionan sobre las causas que podrían explicar la longevidad.
Además de ser una atracción turística, a Vilcabamba se le conoce como un pueblo lleno de paz, donde se vive en armonía con la naturaleza, donde se puede encontrar aire puro y alimentos sanos, y donde no existe el estrés de la vida moderna.
Y nada de eso es un mito.
Cuidarse la salud
«Todavía es lo suficientemente tranquilo para vivir, por eso los viejitos y viejitas se sienten cómodos para salir«, afirma Thomas Paterson a BBC Mundo.
Alonso Carpio, habitante de Vilcabamba, fue objeto de estudio por parte de la universidad de Harvard en 1970.
Paterson es un teólogo que está dedicado a traducir antiguos evangelios escritos en copto. Como lo hicieron varias decenas de extranjeros, decidió radicarse en Vilcabamba por el ritmo de vida pausado que predomina.
«Yo creo que científicamente no hay base para sustentar el secreto de la longevidad, pero eso no importa, es un lugar bonito, una frontera entre la modernidad y como era todo antes«, opina Paterson.
Segundo Arboleda, de 95 años, tampoco cree que haya mucho misterio detrás su avanzada edad.
«Cuidarse la salud, no comer comidas malas, bañarse en estas aguas tan hermosas… parece que el baño lo alienta a uno«, dice Arboleda sin reparos.
Don Segundo es agricultor y todavía realiza labores en el campo como cuando era más joven, al igual que la mayoría de lugareños longevos de Vilcabamba.
Por su parte María Luisa Medina, es otra campesina que repite una rutina simple pero que la mantiene «durita». A pesar de su pequeño tamaño y aparente fragilidad, aún tiene energías para sacar las malas hierbas de su huerta.
Su oído va decayendo y la vista cada vez se le vuelve más borrosa por las cataratas que la aquejan, pero tiene una mente lúcida y cuando le preguntan su edad responde sin rodeos: «dicen que tengo 104 años».
Cría fama
Vilcabamba se hizo famoso en la década de los 60s gracias a la llegada de un peculiar personaje llamado Johnny Lovewisdom.
Lovewisdom había vivido como ermitaño en el cráter de un volcán de Ecuador durante algunos años y promovió algunas prácticas naturistas, sobre todo en lo que tiene que ver con la alimentación.
LOS TIPS DE VILCABAMBA
Vilcabamba, Ecuador
Un buen clima con aire puro y sin contaminación.
Comer alimentos sembrados y cosechados por uno mismo, sin químicos (orgánicos).
Vivir despacio, tranquilamente y sin sobresaltos.
Tomar medicinas naturales.
Llevar una vida activa.
A su llegada a Vilcabamba fundó la «Universidad Naturista Internacional» y llegaron muchos extranjeros que luego promovieron por el mundo la idea de que este lugar era una especie de «Shangri-la», ese mítico paraíso himalayo inventado por el británico James Hilton en su novela «Horizontes perdidos«, de 1933.
Alonso Carpio, de 75 años, asistió a Lovewisdom y recuerda el cambio que sufrió el pueblo.
«Eran alumnos de todo el mundo, y a mi modo de ver esta gente fue a difundir las bondades de Vilcabamba, como era el clima, la tranquilidad, y entonces eso atrajo la atención de científicos y periodistas«, dice Carpio.
Aparecieron artículos en el Reader’s Digest, en National Geographic y en el diario New York Times; llegaron científicos japoneses, europeos y estadounidenses y a los pobladores se les hizo exámenes de sangre, huesos y respiración.
De hecho, el conocido canal HISTORY CHANNEL, llevó a cabo la realización de un interesante programa sobre Vilcabamba, que ponemos a disposición de los lectores interesados.
EL VALLE DE LA LONGEVIDAD – INEXPLICABLE LATINOAMÉRICA (HISTORY)
Junto a todos los niños de su escuela, Carpio fue objeto de estudio por parte de una misión de la universidad de Harvard en 1970. También lo fue su abuelo, Miguel Carpio Mendieta, quien según su nieto, vivió hasta los 128 años de edad.
Y vive sin estrés
Para llegar a Vilcabamba se debe ingresar por una gran avenida bautizada como «Eterna Juventud«.
Pero lograr ser joven para siempre no es tan sencillo en este poblado ecuatoriano, primero habría que encontrar el secreto de la longevidad.
Y las teorías no faltan: algunos opinan que se trata del clima primaveral que prevalece todo el año, con una temperatura media de 20 grados centígrados.
Otros atribuyen la buena salud de sus habitantes a la alimentación, basada en vegetales y frutos orgánicos producidos en la zona con prácticas agrícolas tradicionales, donde se evita el uso de químicos y conservantes.
Pero la teoría que cobra más fuerza en el llamado «Valle de la Longevidad» es la que tiene que ver con las propiedades químicas del agua.
Supuestamente estas propiedades estarían dadas por los minerales que acarrean las aguas de los ríos, pero además por algunas plantas medicinales como el Huilco (el nombre de Vilcabamba se deriva de este árbol: Huilca Pamba = Valle del Árbol Sagrado) que crecen junto a las orillas y cuyas raíces, al hacer contacto con el agua, transforman el río en un manantial de salud.
Todas son hipótesis, pero lo que nadie disputa es que Vilcabamba es un remanso de paz y armonía, donde la rutina diaria por sí misma podría erigirse como un modelo de buen vivir.
Si a eso se suma la ausencia total de estrés, contaminación, ruido y las preocupaciones de las grandes ciudades, llegar a los 100 años parece entonces lo más natural.
No solo las personas son beneficiadas por las propiedades del lugar que garantizan una vida por encima de otros sitios y comunidades del planeta.
No son pocos los «turistas» que visitan el lugar con la ilusión de «absorber» los influjos cuasi mágicos del lugar. Se ha podido constatar que las propiedades rejuvenecedoras no se limitan solo a los seres humanos, sino también a los animales y mascotas que por algún motivo desconocido, tienen una vida mucho más extensa que sus pares citadinos.
La nota tan impactante como desconcertante, es que aquellos que migraron de Vilcabamba hacia otras latitudes, pierden los beneficios de la longevidad que otorga este precioso y apacible pueblo, y sus vidas no son tan extensas como aquellos que se quedaron en esas tierras mágicas.
Las hipótesis son numerosas, pero a pesar de que responsabilizan a la calidad del agua y la sanidad del ambiente, no se pudo encontrar señales claras y demostrables sobre un fenómeno único y distintivo de la apacible y paradisíaca Vilcabamba.
Fuente: BBC