Este viernes 28 de Agosto venció el mandato del Cacique Eduardo «Lalo» Nieva en Amaicha del Valle. Deberá definirse de ahora en más, cuál será la metodología para la elección de un nuevo representante de la comunidad de pueblos originarios en esa localidad en los valles tucumanos.
Recordemos que Nieva fue simultáneamente Cacique y Comisionado Comunal, aunque logró en un irregular proceso eleccionario, otorgarse un tercer mandato como cacique, haciendo aprobar esa posibilidad no contemplada en la Constitución de la Comunidad, en un escandaloso proceso llevado a cabo hace cuatro años.
Resulta imprescindible que el INAI tome cartas en el asunto, junto a la Secretaría de DDHH de la provincia que suele intervenir en asuntos relacionados a los pueblos originarios.
Recordemos que durante años, la comunidad de Quilmes estuvo virtualmente aislada y sin el acceso a las ruinas por parte de turistas, a raíz de la puja entre dos autoproclamados caciques. Esto no puede suceder en la localidad de Amaicha y los organismos del Estado no pueden «mirar para el costado«. Sea cual sea el modo de elegir autoridades, debe intervenir el INAI y supervisar o normalizar la situación en dicha localidad de los valles.
Si hablamos de «normalizar», suena absolutamente insólito que el cacique (gestión cumplida) Eduardo Nieva haya tomado la decisión -recientemente- de crear una especie de comisión a la que dotó del nombre de «Junta Normalizadora«. ¿Normalizadora de qué? Pareciera que esto es una muestra de que Nieva admite su propia condición.
Es por todos conocido que «lalo» está dispuesto a hacer lo necesario para eternizarse en el poder por otro período, como si los doce años de gestión como Cacique no fuesen suficiente.
En Amaicha, el cacicazgo se toma en serio y la figura del cacique tiene una relevancia muy importante. En sus doce años de gestión, «Lalo» Nieva manejó una enorme cantidad de fondos de programas provinciales, nacionales e internacionales y las rendiciones de cuenta (balance obligatorio que dicta la constitución de la comunidad) brillan por su ausencia.
En ese sentido, una organización denominada, «Unidos por la Comunidad«, presentó notas al cacique Eduardo Nieva, al Concejo de Ancianos y al mismo INAI, solicitando precisiones sobre el calendario del acto eleccionario que debiera estar en curso, como así también la rendición de cuentas correspondientes, ya no a los últimos cuatro años de gestión vencida, sino a los 12 años de gestión consecutiva de Nieva al frente del cacicazgo de la comunidad de Amaicha del Valle.
La respuesta muy escueta del cacique (gestión cumplida) Eduardo Nieva y del Concejo de Ancianos de la comunidad, hizo hincapié en la cuestión relativa a la pandemia y correspondiente cuarentena y una breve mención en la que afirman que «las rendiciones de cuenta se encuentran en ‘legal forma’…» Esto sin adjuntar ningún tipo de balance o rendición real de cuentas de la inmensa cantidad de fondos administrados por la gestión de Eduardo Nieva como cacique amaicheño.
A su vez, el INAI, respondió con una misiva en la que toma distancia sobre las cuestiones relativas a elecciones de autoridades y otras,
La presidenta del INAI, manifiesta por nota que ese organismo «no procede al reconocimiento de autoridades comunitarias», sino que solo «verifica el cumplimiento formal de lo estipulado a tales efectos en el Estatuto o pautas de Organización que la Comunidad se ha dado a sí misma…» Esto sin dudas es un claro «lavado de manos» de ese organismo que debió intervenir cuando Nieva accedió a un tercer mandato, vulnerando lo emanado de la Constitución de la Comunidad de Amaicha del Valle, que es taxativa a la hora de hablar sobre la cantidad de períodos en los que puede ser electo un representante.
En Amaicha del Valle sin embargo, se vive un clima tenso que oscila entre el temor al Covid-19 y la posibilidad de que haciendo uso de los artilugios de siempre, Lalo Nieva busque con su «comisión normalizadora», apoltronarse en el sillón de cacique ya no por cuarta vez, sino eternamente. Nieva es abogado y conoce perfectamente las herramientas para sortear los vacíos de la letra de una Constitución ambigua que presenta numerosos vacíos.
Del otro lado de la pirca
Doce años al frente de la comunidad más dos años como delegado comunal, hacen de Eduardo Nieva un conocedor de los vericuetos legales y políticos. Sin embargo no parece querer retirarse por la puerta grande, sino sellar con piedras su fortaleza, rodeado de un entorno totalmente leal a sí mismo, para eternizarse como cacique y de paso, no rendir cuentas y borrar algunas huellas de fondos que no se conoce fehacientemente a dónde fueron a parar.
El movimiento «Unidos por la Comunidad«, conjuga a un grupo cada vez más sólido, que pretende desbancar a Nieva. Este movimiento cuenta con la simpatía de Miguel Pastrana, quien fue un líder indiscutido y que -como Nieva- cubrió los cargos de Cacique y de Delegado Comunal de manera simultánea.
Pastrana ya no está para grandes «trotes«, pero como «viejo batallador«, pretende erigirse en referente que dé la bendición al próximo cacique. Será Pastrana y no otro, quien decida si quiere ser recordado como alguien que trabajó para garantizar la institucionalidad y el orden en la comunidad o como un «pillo» que solo quiere siempre estar cerca. La famosa opción entre el «oro» que lo satisfaga o el «bronce» que lo eternice.
En Unidos por la Comunidad, asoma un candidato que parece tener cierto peso y que cuenta con simpatía en la delegación comunal actual, consulta a Pastrana respetando su trayectoria, pero dice estar convencida de que llegó la hora de una renovación en el comando del Cacicazgo.
Hablamos de Emmanuel Horacio Díaz, de familia ultra amaicheña, que a su vez conduce una cooperativa local dedicada a la producción y al trabajo.
Justamente ese es el eje que mueve a Díaz, quien se desvela por buscar la forma de conjugar desarrollo y trabajo, con respeto a los mandatos ancestrales.
Díaz no duda en otorgar a la mujer en general, un espacio importante en sus planes. Capacitación, trabajo y producción, son sus sueños y pretende hacerlos realidad, otorgando igualdad de oportunidades a las mujeres de Amaicha del Valle, que vienen solicitando espacios en la toma de decisiones.
La juventud es otro objetivo de Horacio Díaz. «Así como yo dejé de lado un buen empleo en una gran empresa, para dedicar todo mi tiempo a trabajar en mi querida Amaicha; sueño con ser el gestor que lleve oportunidades para los jóvenes amaicheños que no desean que su destino siga siendo emigrar por la falta de oportunidades» «Para ellos tengo decenas de proyectos en mente, basados en la capacitación, el empleo y la igualdad de oportunidades«, comenta el candidato a Cacique.
«Creo firmemente que en un marco de respeto por nuestras tradiciones, debemos dar otros aires a la conducción de la comunidad«. «Las necesidades están a la vista y desde mi óptica, las oportunidades están a la vuelta de la esquina; solo se requiere tener una visión más amplia que nos permita interrelacionarnos de otra manera entre quienes integramos la comunidad y un mundo lleno de posibilidades que permitan que Amaicha emerja de la postración en la que se encuentra inmersa desde hace años«, concluye Díaz.
Sin dudas con o sin pandemia y con la Constitución de la Comunidad en la mano, la elección de un nuevo cacique es imprescindible para los amaichenses de bien.
Habrá que empezar a abrir los ojos y estar atentos, para que no se vulnere nunca más lo dictado por la Constitución de esa comunidad de los valles tucumanos. El INAI no puede permanecer al margen de lo que se decida en la querida Amaicha.