Desde 1991, se festeja en nuestro país el Día del Trabajador Vitivinícola con el objetivo de rendir homenaje a todas las personas que trabajan en la realización del vino. Si bien la fecha rige en todo el territorio argentino, su origen está fuertemente relacionado con Mendoza.
La jornada fue establecida en el año 1991, en San Rafael, cuando se firmó el acta acuerdo para instaurar de manera formal el reconocimiento a los que participan en la labor vitivinícola y decretar como día feriado el 1 de febrero para todos aquellos que se dedican a realizar uno de los mejores vinos del mundo.
De este modo, el decreto instaura este día como jornada no laborable para todo el personal comprendido en dicho convenio, confiriendo la obligación a la parte empresaria de abonar el correspondiente salario a los mismos, aun cuando coincidiera con feriados nacionales, domingos o vacaciones.
La Facultad de Ciencias Agrarias tiene una extensa historia vinculada a la industria. Desde sus orígenes se integra en la formación a la vitivinicultura, llegando a ser una institución referente en la actividad, preparando e introduciendo en el ambiente a profesionales, investigadores y docentes con elevado nivel de compromiso y excelencia académica, que se destacan por su contribución a tan fantástica labor.
Desde la FCA felicitamos y deseamos un feliz día a cada uno de los trabajadores que ponen lo mejor de sí para la elaboración de nuestros vinos y que fortalecen y mejoran la vitivinicultura. Aquellos apasionados que hacen con su estilo entusiasmar a turistas o futuros aprendices en el arte de avocarse a la fabricación de una bebida que despierta los sentidos más formidables de cada persona.
Desde Tucumán, el presidente de la Cooperativa Agroindustrial Los Zazos, «Bodega Los Zazos«, de Amaicha del Valle, expresó. «Está claro que luego de las heladas tardías en nuestra provincia, no tenemos mucho para festejar. No obstante, solo el trabajo constante y denodado de cada trabajador y emprendedor vitivinícola es el que va a permitirnos salir adelante«, comenta Díaz.
«Justamente hemos tramitado, luego de la evaluación realizada por funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo, una ayuda económica para los productores que perdieron un enorme porcentaje de sus cultivos». «Este acompañamiento del Estado Nacional y Provincial, nos permite no desanimarnos y como siempre apostar al trabajo».
«Si bien, el dinero se hizo efectivo, debemos continuar adelante acompañados del soporte técnico de los que integran la actividad, tanto desde la Cámara de Vitivinicultores como del Estado Provincial«, acota Horacio Díaz.
«El Cultivo de la vid y la producción vitivinícola, requiere de soluciones que pasan por toma de decisiones en tiempo y forma. La planta sigue con su ciclo adelante y las plantaciones requieren de reposición de plantas, tareas de labranza y la indispensable plantación de más hectáreas». «En la actualidad, el ministro de Desarrollo Productivo, Ing. Alvaro Simón Padrós, sigue de cerca la evolución del sector y nos pide no aflojar a la hora de trabajar y de apostar a la vitivinicultura en Amaicha del Valle, como en el resto de las privilegiadas zonas de cultivo en los valles tucumanos». «Para ello puso a disposición a los técnicos de todas las áreas. Si deseamos que la producción de vinos tucumanas sea sustentable, vamos a tener que pensar en un corto plazo, sobre garantizar la provisión de agua en la zona. Las plantaciones afectadas, vienen en muchos casos soportando una sequía de más de dos años y no podemos darnos el lujo de someter a nuestras plantaciones a un estrés hídrico que sume negativamente a los daños sufridos por las plantas tras las heladas tardías«, comenta Horacio Díaz.
«Es por ello que hoy más que nunca, vaya nuestro agradecimiento a todo los trabajadores vitivinícolas en su día y a todos aquellos que desde el rol que les compete, aboquen su tiempo, sus expectativas y por qué no su capital y esperanzas a algo tan noble como lo es una actividad como la nuestra que apunta siempre a brindar productos que están presentes en cada brindis, en cada festejo, en cada reunión«. Termina el empresario y referente comunitario de la localidad vallista, de «Los Zazos«, en Amaicha del Valle, en el Oeste tucumano.