El actor Robin Williams fue encontrado muerto en su casa de California. La Policía estadounidense halló el cuerpo en su residencia de Tiburón a las 12.02 (hora local). Los médicos habrían indicado que se trató de un suicidio -al parecer por asfixia-, versión también difundida por los oficiales del condado de Marin County, quienes hablan de un «presunto suicidio». Tenía 63 años.
«He perdido a mi marido y mi mejor amigo. El mundo ha perdido a uno de sus mejores artistas y personas», expresó su mujer, Susan Schneider, a través de un comunicado.
Según consignan los medios estadounidenses, el protagonista de Patch Adams, Jumanji y La sociedad de los poetas muertos, entre otros éxitos, estaba sumido en una profunda depresión.
A comienzos de julio, se había internado en el Hazelden Addiction Treatment Center en Minnesota para superar su adicción al alcoholismo. Los problemas de adicción al alcohol y la cocaína de Williams empezaron en los años ’80. Pero logró controlarse. En 2006, después de veinte años de sobriedad, recayó en la bebida y tuvo que recurrir a rehabilitación.
«La adicción no es causada por nada en especial, simplemente está ahí. Espera. Espera hasta el momento en que pensás ’estoy bien, ya pasó’. Lo siguiente que sabés es que no estás bien. Pensás, ’¿dónde estoy?’. No me había dado cuenta de que estaba en Cleveland’», contó en una entrevista, ocho años atrás.
Este año, el estadounidense había estado trabajando en la filmación de Una noche en el museo 3, que se estrenará en Navidad. El año que viene se lo iba a ver en Papá por siempre 2.