La Torre Eiffel no es el único lugar donde ya se hace la experiencia de los pisos de vidrio. Mira lugares extraordinarios que te quitan la respiración.
Salga a la cornisa ¡si se atreve! (foto principal)
Uy, qué miedo! Uno de los miradores acristalados de The Ledge (La Cornisa) en la planta 103 de la torre Willis, en Chicago. Más de 1,5 millones de visitantes se asoman aquí cada año. El lema del lugar: «Salga a la cornisa ¡si se atreve!». Abajo, un abismo de 413 metros.
Noches de altura
En la torre Eureka de Melbourne, en Australia, espera este cubículo-mirador de cristal. Se llama Skydeck 88 (www.eurekaskydeck.com.au) y abre cada día hasta las 22.00. La noche de fin de año no cierra hasta las 5.30. Un lugar curioso para empezar el año.
Flotando en los Alpes
‘Step into the Void’ (paso hacia el vacío), una invitación a atreverse contra el vértigo en el pico de Aiguille du Midi, en Chamonix, donde se amplifica la sensación de estar flotando en medio de un impresionante paisaje de los Alpes franceses. Se encuentra a 3.842 metros de altura y a mil metros por encima del suelo.
Un valle de origen glaciar
Otra vista maravillosa a las montañas, esta vez a las Rocky Mountains canadienses. El Glacier Skywalk tiene suelo de cristal a través del cual se admira un salvaje valle de origen glaciar que se encuentra 280 metros más abajo.
El camino de cristal
Más que un mirador, este es un camino de cristal. Se extiende a lo largo de 60 metros a una altura de 1.430 metros siguiendo una pared rocosa de la montaña de Tianmen, en la provincia china de Hunan. Para que no se ensucie el cristal, los visitantes tienen que calzarse una funda sobre los zapatos.
