En una reunión de las máximas autoridades de Conicet de todo el país, los científicos recibieron la confirmación de que la institución tiene presupuesto apenas hasta junio. Las carreras e ingresos están paralizados. «Deberíamos se parte de la solución y no del problema«, aleccionó el presidente de la institución, todavía no designado.
La mejor institución científica de Latinoamérica tendrá presupuesto para funcionar hasta junio de este año. Se trata de un ajuste que ni siquiera se vio en el peor momento del macrismo. Al Conicet le darán, sin más, el presupuesto de 2023. Los salarios quedarán congelados en los niveles de diciembre, los ingresos de becarios e investigadores nuevos, así como los ascensos internos, quedan suspendidos.
La noticia se divulgó en una minuta de una reunión que este viernes 22 tuvieron los directores de los Centros Científicos y Tecnológicos (CCT), las unidades territoriales que coordinan el trabajo de los científicos en todo el país, con los vicepresidentes de Conicet, Claudia Capurro y Alberto Baruj. Pausa ratificó el contenido de esa reunión con diversas fuentes.
«Nunca vimos una situación así«, se reporta que dijo en gerente de administración Conicet, Jorge Figari, marcando que el ajuste sería peor que el de 2018, cuando directamente no ingresaron investigadores a la institución.
Luego, se analizó la cuestión presupuestaria. Allí los directores de CCT terminaron de ratificar que, como no se presentó el presupuesto 2024, el organismo cuenta con la misma cantidad de dinero que en 2023 para pagar todo lo que tiene pagar, en todo orden. El futuro presidente, no designado, de la institución, el genetista Daniel Salamone, se sumó al final de la reunión y reafirmó que «el presupuesto con el que contaremos es el del 2023, que el margen de negociación es mínimo y que la idea es poner en caja al Estado«.
Las estrategias propuestas desde el gobierno para la institución más meritocrática del país es ajustar con el retiro a los investigadores que estén en condiciones de jubilarse (que son los más formados, experimentados y relacionados con el mundo) y «potenciar la vinculación con privados y la cooperación internacional«. Es decir: además de investigar, buscate tu plata (como si, además, no lo hicieran ya).
«Salamone dice que el país está complicado y que deberíamos ser parte de la solución y no del problema«, dice la minuta.
En detalle
• El presupuesto para pagar salarios de investigadores, profesionales técnicos de apoyo y empleados de administración alcanza hasta junio
• El presupuesto para pagar estipendios a becarios alcanza hasta julio.
• El ajuste alcanza también el presupuesto de funcionamiento de los Centros Científicos y Tecnológicos, las Unidades Ejecutoras (UE), los Proyectos de Investigación Plurianuales (PIP) y los Buques oceanográficos. No sólo no hay salarios, no hay para pagar la infraestructura y los insumos que se usan para investigar.
En consecuencia en la reunión se resolvió
• Suspender el ingreso de nuevos becarios. El 12 de enero se publicaría el orden mérito, sin que esto implique el otorgamiento de beca.
• Suspender el otorgamiento de becas posdoctorales. Se hará la convocatoria de todos modos y se publicará el orden de mérito, sin que esto implique que haya beca.
• Suspender las prórrogas de becas doctorales.
• A los 32 becarios que están en el exterior, se los seguirá manteniendo. Los concursos para nuevas becas externas (el que se está haciendo y todo posterior) se suspenden.
• Se paralizan los ascensos de investigadores. Como con los becarios, se darán los resultados de las evaluación, pero la promoción «se hará efectiva cuando se cuenten con los recursos presupuestarios».
• Misma situación para los concursos y promociones de los profesionales técnicos y de apoyo.
• Los ingresos de investigadores pendientes de 2022 y 2023 se irán dando a medida que haya presupuesto.
• La convocatoria a ingresos de investigadores en 2024 se hará de todos modos. Se publicará orden de mérito, pero no se harán efectivas.
El desprecio es cruel, sobre todo si se considera que el Conicet, además, sí hace punta en la investigación científica. Por si nadie se acuerda, el barbijo más usado en Argentina, el mejor en precio y calidad, era el Atom Protect, un desarrollo de Conicet.
En una entrevista reciente al Diario «El País», el destacado investigador Gabriel Rabinovich, fue consultado sobre el presente de la ciencia en Argentina.
EL PAÍS. «¿Cómo analiza el presente de la ciencia argentina, en medio del cambio de Gobierno y las advertencias de que la nueva gestión recortará presupuestos en ciencia y tecnología?»
RABINOVICH. «Muchas cosas que se dicen son imposibles de lograr. Sin ciencia básica es imposible lograr un resultado que a un privado le pueda interesar. Tiene que haber un respeto muy grande y una consolidación de la ciencia de calidad, rigurosa, transformadora, para poder trabajar en distintas áreas, igual que con la universidad pública. Si se quiere reducir el gasto, la ciencia no es el lugar, justamente porque somos pobres es que debemos hacer más ciencia«.
Sólo por mencionar a la ciudad de Santa Fe y cómo el Conicet «realmente» investiga en ciencias duras, basta recordar que, junto con otras instituciones, el organismo es responsable por la creación del trigo HB4, que redundará en una carretilla de dólares por patentes. También investigadores radicados en Santa Fe hicieron desarrollos clave en cannabis medicinal y colaboran en la creación del primer reactor nuclear nacional, por nombrar otras áreas.
Ala vera de la Laguna, con su tanque de agua orgulloso que dice «Conicet» y se ve desde la Costanera, está el Predio del Centro Científico Tecnológico de la institución. Allí, hace 20 años, se radicó el Parque Tecnológico Litoral Centro, donde desarrollan su actividad 23 empresas y emprendedores, que son responsables de más del 42% de las exportaciones de la ciudad a 41 países, en los últimos 3 años, y que genera 500 puestos laborales. Conicet tiene el 50% de las acciones.