Hugo Alconada Mon, con su siempre acartonada postura, intenta transmitir la imagen de un Periodista serio; imparcial y profesionalmente intachable, pero su devenir lo despedaza como al mismo cartón mojado.
El 21 de Septiembre de 2020 y, en paralelo al nuevo impulso que en el País tomó el proyecto para cobrarles un Impuesto Solidario a las 10.000 fortunas más grandes del País, una Nota – firmada por él, como periodista de La NaZión y por un par de periodistas más, de Infobae y Perfil – da cuenta de una filtración monumental de información sobre lavado de dinero, paralela a aquel escándalo internacional que sacudiera al Mundo y que dio en llamarse Panamá Papers (cuando en Argentina gobernaba Macri y su Banda de Lavadores).
Cuentan estos sacrificados periodistas que, tras largos meses de duro trabajo sobre más de 2.100 reportes ultrasecretos realizados entre 2011 y 2017 (filtrados de la FinCEN – Unidad Antilavados de EEUU, de allí el nombre de FinCen Files – y que llegaran a manos de un Consorcio Internacional de 400 Periodistas de Investigación de más de 80 Países), analizaron operaciones sospechosas por un monto aproximado de 2 billones de dólares al rededor del mundo.
16 meses de trabajo, sobre 2100 reportes que tocaban intereses de miles de personas en todo el Globo y en los que a la Argentina se la mencionaba 237 veces, con un estimado de 50 mil millones de dólares que circularon por sus Bancos (Deutsche Bank; HSBC y JP Morgan – patrones de Alfonso Prat Gay y de otros Republicanos – etcétera).
Impactante, no le parece?
Pero ahora viene lo mejor, porque el acartonado Alconada Mon y sus colegas asociados (Maia Jastreblansky, Iván Ruiz, Ricardo Brom y él, por el diario LA NACION; Mariel Fitz Patrick (Infobae); Sandra Crucianelli (Infobae) y Emilia Delfino (Perfil)), quedaron como cartón mojado tras la publicación de la mencionada nota. A saber:
1) Luego de meses de trabajo y miles de reportes analizados, en su nota solo hacen mención a Sean Sullivan y a Daniel Muñoz (convenientemente rotulados como «desarrollador» y «valijero», respectivamente, de las coimas del Kirchnerismo); a Marcelo Tinelli (con movimientos turbios) y, fugazmente, a la firma Vicentín, quien – aparentemente – habría sido detectada efectuando operaciones sospechosas entre 2015 y 2016.
2) Nada dicen en su nota – los Notables Periodistas de La NaZión; Infobae y Perfil – sobre los demás nombres de Argentinos en esta investigación, que seguramente guardarán un paralelismo con los Panamá y Paradise Papers, en los que Macri y casi todo su entorno (Gubernamental y Familiar), figuraban en color rojo UCR (antes de teñirse de amarillo, este centenario Partido).
3) Finalmente, tampoco mencionan los notables periodistas, sobre la apurada Ley de Blanqueo de Capitales impuesta por Cambiemos (luego modificada apresurada y convenientemente por Mauricio Macri, mediante Decreto), que permitió «legalizar» lo ilegal, a un bajísimo costo monetario para los evasores y con un nulo costo político para el Peor Gobierno de los últimos 150 años, ante sus hipócritas seguidores y militantes.
La Democracia es, entre otras cosas, Derecho a Informar y a ser Informado.
Una Dictadura es, entre otras cosas, discrecionalidad y censura, para decidir qué se informa; a quién se informa y cómo se informa.
Fueron; son y siempre serán La Dictadura y, todo el Mundo lo sabe, mientras haya una Dictadura, la Democracia jamás será posible, quedando reducida apenas a una ilusión o una macabra sensación.