En el Malbrán trabajan sin descanso por la pandemia tras cuatro años de recortes

Un virólogo señaló que, en los últimos cuatro años, el Malbrán sufrió un fuerte recorte presupuestario, con bajas del 10% del personal y un 65% de pérdida salarial.

En medio de la alarmante situación del brote de coronavirus, un científico del instituto Malbrán (Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud), dijo que están al borde del colapso, reveló cómo hacen los estudios y contó que tienen problemas presupuestarios.

Fabián Martín, farmaceútico del área de virología contó que, ante la situación de pandemia, el Ministerio de Salud tuvo que hacer un refuerzo y comprar más máquinas con las que se hacen las pruebas para detectar casos de coronavirus, dado que durante los últimos cuatro años se compró muy poco equipamiento e insumos en el instituto y los dispositivos que estaban usando ya pasaron el límite de vida útil.

Martín habló de la precaria situación con la que los profesionales de esa institución trabajan para frenar la pandemia, luego de precisar los pasos que tienen que seguir al hacer las pruebas de coronavirus.

Tras señalar que el Malbrán recibe una muestra «en triple envase» del hisopado nasal de las personas expuestas que presentan síntomas, pero que no tienen gripe B ni otro tipo de gripe, Martín explicó: «Nosotros lo abrimos en cabinas de seguridad biológica, separamos al virus de la célula, lo ampliamos, porque hacemos un estudio genómico. Lo hacemos correr, con una técnica de biología molecular que se llama PCR Real Time, versus controles positivos. Si el genoma no te da igual al positivo, no es coronavirus. Si te da igual, ahí ya tenés un positivo«.

«No se hace con microscopio, sino con una máquina que compara el genoma con el virus«, aclaró.

«En estos cuatro años, en cuanto a equipamiento e insumos, se compró muy poco al Instituto Malbrán. Equipamiento, obras y construcciones, directamente estuvo en cero en el último año. Cero. En los otros años hubo recortes y en el último año fue cero«

Martin manifestó: «El instituto se sostiene por el esfuerzo de sus trabajadores, tanto de los profesionales, como de los técnicos y administrativos. Es como cuando vas a un hospital y decís cómo hace esta gente para estar trabajando aquí y ganando tan poco. Nosotros tuvimos en los últimos cuatro años un 65% de pérdida salarial. Un científico que ingresa a la institución tiene que estar 6 años en la carrera profesional para recién alcanzar como salario 40 mil pesos«.

«Dentro del laboratorio donde se hace coronavirus trabajan once personas de las cuales ocho tienen contratos precarizados y sólo tres son de planta«, detalló.

«A eso hay que sumarle casi 100 vacantes perdidas en los últimos años y que prácticamente no entraron reactivos. Con las variaciones del valor del dólar se caían las licitaciones de la mayoría de los insumos que son importados. Además, la gestión pasada produjo recortes salariales, de insumos y directamente borraron del presupuesto el inciso que debería incluir refacciones y obras nuevas«, subrayó Martín, quien también es secretario general adjunto de la Junta Interna de ATE.

«Nosotros tuvimos en los últimos cuatro años un 65% de pérdida salarial. Un científico que ingresa a la institución tiene que estar 6 años en la carrera profesional para recién alcanzar como salario 40 mil pesos«

Consultado sobre si la nueva gestión produjo cambios en estos meses, el virólogo indicó: «Sí: Primero, está la gente que sabe; el mejor sanitarista del país está a cargo del Ministerio. Y la doctora Carla Vizzoti (secretaria de Acceso a la Salud), quien luchó para que se introduzcan todas las vacunas nuevas en el calendario durante el anterior gobierno, volvió a la gestión. Hay gente muy capacitada y uno ve que están involucrados tratando de resolver todos los problemas que dejaron en el área de salud«.

Por otro lado, Martín se mostró preocupado por el dengue. «En este momento se espera un brote igual o mayor al del 2016, bastante ocultado por el gobierno anterior. Están circulando mosquitos que portan una cepa diferente a la cepa del 2016, y cuando se combinan dos cepas diferentes los problemas hemorrágicos son mucho más importantes«, dijo.

«Después, está el caso del sarampión donde ya hay 110 a 120 casos confirmados, más los casos que en el gobierno anterior, principalmente en la provincia de Buenos Aires, no se les hizo el seguimiento correspondiente. Hay un retroceso importante en la región e inevitablemente llega al país donde, además, en los últimos años no hubo campañas de vacunación eficientes. No se usó la propaganda oficial para incentivar a la población a vacunarse y, por otro lado, está la cuestión de los movimientos antivacunas«, añadió.