Los perros han sido compañeros leales del ser humano durante miles de años, brindando amor incondicional y alegría a nuestros hogares. A lo largo de los años, han surgido numerosas preguntas sobre la mente canina, incluyendo la fascinante cuestión de si los caninos sueñan y luego de que ello se comprobó, ahora la pregunta es ¿con qué sueñan?.
Al igual que los humanos, los perros pasan por diferentes etapas del descanso, que incluyen el sueño de ondas lentas y el sueño REM (movimiento rápido de los ojos). Durante el sueño REM, se ha demostrado que los perros experimentan actividad cerebral similar a la de los humanos cuando sueñan.
Los perros sueñan con nosotros: ¿lo confirma Harvard?
La psicóloga clínica y evolutiva de la Escuela de Medicina de Harvard, Deirdre Barrett hizo una extensa y meticulosa investigación sobre el comportamiento del sueño de estos animales y concluyó que, a diferencia de los humanos, ellos no sueñan de una manera lógica, sino visualmente sobre lo que encuentran interesantes y de las cosas a las que están emocionalmente más apegados, o sea, sus dueños humanos. “Dado que los perros generalmente están extremadamente apegados a sus dueños humanos, es probable que tu perro esté soñando con tu cara, tu olor y con complacerte o molestarte«, explicó Barrett.
La importancia de la conexión emocional
La fuerte conexión emocional que los perros desarrollan con sus amos también refuerza la idea de que pueden soñar con ellos. Los canes son seres sociales que forman vínculos profundos con sus familias humanas.Es razonable suponer que estos lazos emocionales también se reflejen en sus sueños, y que los perros puedan revivir momentos felices o significativos.
¿Los perros tienen pesadillas?
Si pueden tener sueños placenteros también hay lugar para las pesadillas. A veces sueñan con cosas que les provocan angustia o miedo, por lo que acaba materializándose en una pesadilla. La enorme cantidad de estímulos y la asimilación de la información que percibe a diario acaban desarrollando sueños positivos y negativos en los perros, tal y como sucede en las personas.
Normalmente, los perros emiten gruñidos o gemidos angustiosos cuando tienen una pesadilla o un sueño muy desagradable. Es decir, una reacción bastante similar a la del ser humano.