Tal como anticipamos. el domingo 21 de Marzo se llevó a cabo una segunda elección del cacique que representaría a la comunidad de Amaicha del Valle. Todo esto en un mar de irregularidades en donde se detectaron votos duplicados, entrega de prebendas, votación de gente de otras comunidades, etc.
Vamos desde el principio. El cacique con mandato vencido en Agosto de 2020, Eduardo Nieva, cursaba su tercer mandato consecutivo tras haber reformado la Constitución de la Comunidad de Amaicha en una asamblea hace más de cuatro años. Ésto le permitió ejercer el cargo de Cacique cuatro años más de lo que esa misma constitución le permitía.
Atento a esto, surgieron en estos años nuevos liderazgos que de manera conjunta hicieron todo lo necesario para llegar a llevar a cabo una elección (vencido en Agosto el mandato de Nieva) el 07 de Marzo pasado. Para ello se llevó a cabo una Asamblea en la que se marcaron las pautas de esa elección, se puso también a disposición un Padrón de votantes y se comunicó al INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) de los trámites y pasos llevados a cabo.
La elección del 07 de Marzo, dio ganador al comunero Horacio Díaz, que sacó el 43% de los votos. Sin embargo y paralelamente, al cacique con mandato vencido, Eduardo Nieva, esto no le conformó, por lo que decidió llevar a cabo otra elección programada para el 21 de Marzo, próximo pasado.
Nieva (que es abogado) no escatimó en recursos para implementar un sistema de votación totalmente viciado a favor de su «alfil«, un comunero de apellido Flores.
La elección del 21 de Marzo tuvo la particularidad de que constaba con la inclusión forzada de 2.000 nuevos comuneros en el padrón; el mismo que en la elección del domingo 7 de Marzo contaba con 3.400 comuneros inscriptos y que por acto de «hechicería» pasó a tener 5.400 supuestos empadronados para la última elección.
Ante estas y otras irregularidades, el cacique electo, Horacio Díaz, comunicó lo actuado al INAI. La respuesta a las denuncias y al pedido de mediación llegó tarde y no se pudo frenar la realización de una doble elección. Díaz dejó constancia de las irregularidades en la sede de la Policía de la Provincia en Amaicha del Valle.
La Presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas –INAI-, es en la actual gestión, la Dra. Magdalena Odarda y el organismo descentralizado, se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Las elecciones del domingo 21 fueron literalmente un aquelarre. Se votó en tres establecimientos; Amaicha del Valle, Los Zazos y Ampimpa. La particularidad fue que en los tres lugares contaban con el mismo padrón y sin un sistema informático que controle en red y en tiempo real las votaciones realizadas. Por tal motivo, se pudo constatar, según las denuncias, que personas que votaron en un sitio, pudieron acceder a votar en los otros dos espacios; así se contabilizaron dobles y triples votos.
Además de esto, sorprendió la afluencia a las votaciones, de gente que no habita ni pertenece a la comunidad de Amaicha del Valle, sino que fueron llevadas desde Tafí del Valle, El Mollar y otras localidades. Dirigentes de la comunidad amaicheña sindicaron al actual legislador y ex intendente de Tafí del Valle, Jorge Yapura Astorga, como quien puso todo un andamiaje de combis, ómnibus y automóviles para llevar a votar a gente ajena a la comunidad y que reside en Tafí.
También, según dichos de los comuneros, se produjo una movilización con la colaboración del actual legislador Antonio Ruiz Olivares, con quien el ex cacique Nieva fue candidato (y fue derrotado) a Comisionado Comunal, en las últimas elecciones provinciales. Con este «aventón«, el Jaldismo estuvo presente en la elección de Cacique y el manzurismo se abstuvo en la contienda.
En conclusión y acorde a lo actuado, resulta en que a la fecha, se proclamaron caciques dos comuneros: Por un lado Horacio Díaz, electo en las votaciones del 7 de Marzo y Miguel Fernando Flores (teóricamente representante del cacique saliente Nieva). Si algo faltaba a este cúmulo de irregularidades, es que el mismo Nieva se niega a entregar el comando de la Casa de la Comunidad a ninguno de los caciques electos.
Ante las presentaciones efectuadas por el cacique electo, Horacio Díaz en el INAI, la tardía y ambigua respuesta de esa institución, fue que «cada comunidad es soberana y debe decidir por sí mismo sus propias representaciones«. Esta comunicación del INAI, fue remitida vía correo electrónico a Díaz, poco antes de las elecciones del 21 de Marzo.
Resulta urgente que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas dedique recursos, tiempo y gestión en regularizar el Satus Quo de las comunidades de pueblos originarios. Es ese organismo y no otro el que tiene, no solo incumbencia, sino la obligación de dar certidumbre en el enorme vacío legal en que se encuentran las comunidades indígenas de todo el país, en este caso, en Amaicha del Valle.
La cuestión de uso y propiedad del territorio de cada comunidad, la interacción entre quienes constituyeron en estos últimos años, comunidades antes desconocidas y el empadronamiento claro y cierto de los integrantes de las mismas es una tarea que debe realizarse antes de que la situación continúe complicándose.
La comunidad de pueblos originarios de Amaicha del Valle, es una de las pocas en el país que está reconocida por Ley y por la Cédula Real entregada por los españoles en el año 1716. Sin embargo el saliente cacique Eduardo Nieva continúa con su prédica en la que se refiere a la «Nación Diaguita Calchaquí«; literalmente un país dentro de otro y al margen de la Constitución Nacional Argentina.
Lo actuado por Nieva en doce años de mandato debe revisarse y auditarse. Nieva nunca llevó a cabo una rendición de fondos administrados por él y su círculo. Recordemos que el ex cacique recibió fondos provinciales, nacionales y se cree que también internacionales; mismos que manejó a discreción y antojo sin control alguno.
En esta instancia, el cacique electo Horacio Díaz, prepara una serie de escritos y denuncias a ser presentadas a la brevedad en los Tribunales de la ciudad de Monteros, en el sur tucumano. Asimismo, espera ser recibido por las autoridades del INAI a la brevedad.
Urge a su vez que, además del empadronamiento, se audite el manejo de fondos por parte Nieva en esta comunidad.
Lo de Amaicha de Valle y sus dos caciques es un pésimo ejemplo para otras comunidades de la provincia y del país. El cacicazgo no implica la asunción de un líder totalitario que se maneje totalmente al margen de los códigos Civil y Penal. El INAI debe tutelar que se respete la institucionalidad en las comunidades y que se rindan cuentas de lo actuado, tanto en el manejo de recursos como en la administración del patrimonio comunitario.