LLegó la temporada de piletas. Urge regular el almacenaje, traslado y comercialización de cloro

La posibilidad de que por la pandemia de Coronavirus existan limitantes para vacacionar, trajo aparejada una verdadera explosión en la construcción de piscinas o instalación de las  variantes prefabricadas. Esto trae aparejado un aumento notable del consumo de químicos para el mantenimiento y sanidad del agua.

En Yerba Buena, tal vez más que en otras localidades de la provincia, las piletas de natación forman parte de la vida familiar en casas, clubes y countries. Ello exige la compra,traslado y almacenamiento de químicos para su mantenimiento, destacándose entre ellos el Hipoclorito de Sodio; aunque también otros como Sulfato de Aluminio, Sulfato de Cobre, Pastillas triple acción (cloro, precipitante y alguicidas) y Ácido Muriático (Clorhídrico), etc.

El almacenamiento y distribución de estos químicos, no está regulado en la actualidad por normativa alguna para expendio en comercios, no obstante en estas épocas «florecen» los negocios de venta, además de los que ya tienen años en el rubro.

Básicamente cabe aclarar que el Cloro, como tal, se encuentra en estado natural gaseoso, por lo que para obtenerlo se requiere de un proceso que no cabe detallar para convertirlo en un líquido transportable. No obstante, en diluciones que van desde 5% al 15%, es la forma en que se lo almacena y traslada.

La inestabilidad del Cloro líquido es tal, que ante el calor, la luz, etc. tiende a volver a su estado gaseoso.

Los principales síntomas de una intoxicación por cloro son: