Las plantas medicinales que son el futuro de la farmacología

Naturales y muy efectivas, las plantas medicinales son el futuro de la farmacología
Por Eugenia Tavano
habitantes de la ciudad o del campo, mas proclives al naturismo o a echar mano a las pastillas de venta libre, la mayoría de nosotros utiliza al menos alguna receta casera con hierbas, plantas o «yuyos» para tratar algún malestar. Desde el famoso tecito digestivo a base de manzanilla y menta hasta los baños de malva tan recomendados para la cistitis, casi todos incorporamos a nuestra vida cotidiana alguna de estas fórmulas. Herencia de abuelas, de pueblos originarios o de inmigrantes, la tendencia cada vez más fuerte de volver a lo natural puso el tema nuevamente en circulación. ¿Pero qué son las plantas medicinales? «Básicamente, cualquier planta que a una persona le sirva para tratar una dolencia», explica el doctor Julio Zygadlo, bioquímico de la Universidad Nacional de Córdoba y especialista en la materia. A esta clase de plantas, hierbas, arbustos o árboles que en nuestro país se extienden generosamente, la medicina nunca les dio relevancia para el uso farmacológico. Pero hace tiempo el panorama comenzó a cambiar, en parte porque los medicamentos sintéticos son muy costosos y tienen muchas contraindicaciones. Hoy, en toda América Latina se desarrollan investigaciones con plantas medicinales, y los resultados que se están obteniendo son muy promisorios.

DE LA TIERRA AL MICROSCOPIO
Cedrón, peperina, palo amargo son sólo algunos de los muchísimos viejos conocidos de montes, huertas y jardines que hoy pueden convertirse en panaceas. ¿Pero de qué se trata esta nueva apuesta científica? ¿De ir a la herboristería o a la farmacia? Un poco de las dos cosas. Sin el saber popular, los investigadores no sabrían por dónde empezar. Por eso, sus estudios arrancan con recorridos junto a los lugareños de distintas zonas, recolectando especies y recopilando los usos tradicionales para curar y tratar enfermedades. Con todo ese bagaje desembarcan en el laboratorio y comienzan a hacer sus pruebas, aislando moléculas que contienen las propiedades medicinales que la gente les atribuye y separando aquellas que tienen efectos adversos. «Hay algunas de estas plantas cuyas dosis tóxicas están muy cerca de las dosis terapéuticas. Por eso es muy importante realizar algún tipo de análisis químico y de toxicidad que indique si pueden ser utilizadas o no», aclara Zygadlo. «Hay plantas que frescas, verdes, son totalmente tóxicas, y que recién con un tiempo de asentamiento pueden usarse. Por ejemplo el atamisque, que se usa como digestivo, fresco puede ser mortal». Por eso, hay que informarse antes de realizar cualquier preparado casero.

VERDE ESPERANZA
Hace algunos años, un equipo de la Universidad Nacional de Río Cuarto descubrió que la peperina tiene excelentes propiedades antialérgicas. Típica de las sierras cordobesas y otras provincias del Norte, el estudio partió del uso doméstico más común, que es el de aspirarla en vahos, como broncodilatador. En laboratorio se extrajo un aceite esencial de la planta y se descubrió que es un antialérgico mucho más eficaz que los sintéticos para tratar rinitis y otras afecciones respiratorias. También se investigó la efectividad de la peperina en el tratamiento del herpes, que es producido por un virus.

Por su parte, universidades nacionales como la de Córdoba y Jujuy llevaron adelante otros ensayos, como el que investigó las propiedades del cedrón, el té de burro y otras aromáticas regionales como repelentes de mosquitos; o las del cedrón, el horco mato, el ajenjo y el laurel del cerro como piojicida.

El palo amargo es otra planta de muchas cualidades; también se lo utiliza como piojicida (de hecho es la base de muchos shampoos y lociones), para control de plagas y como desparasitario. Se lo conoce para tratar múltiples desórdenes gástricos y se comprobó su efecto hepatoprotector en úlceras. Ahora se investiga si algunas de sus sustancias podrían ayudar a combatir tumores.

En la Universidad Nacional de Rosario, donde se dicta un posgrado en Plantas Medicinales, también se realizan muchas investigaciones.

DESHOJANDO EN CASA
Como dijimos, usar plantas medicinales es cosa seria, pero tomando los recaudos necesarios podemos tener a mano varias de ellas. La permacultora Luisa Bucari, nos brinda algunos consejos:

• Cedrón, manzanilla, poleo, menta, boldo y peperina: en pequeñas cantidades sirven para hacer infusiones o acompañar el mate. Tienen propiedades digestivas, e incluso una infusión fría de manzanilla sirve como antiinflamatorio para aplicar en el rostro.

• Incayuyo: se hace una infusión con una cucharadita para tratar malestares digestivos. Es muy amargo.

• Chañar: se utiliza para tratar afecciones respiratorias. Con la corteza se hace una infusión, usando una cucharada sopera para medio litro de agua. El arrope de chañar se usa como jarabe, y se recomienda beber una cucharada por las mañanas.

• Malva: se preparan baños de asiento tibios con el agua de la decocción, para tratar procesos inflamatorios como hemorroides o los provocados por infecciones urinarias.

• Jarilla: también sirve para hacer baños de asiento y para realizar baños de pies, ya que elimina los olores más fuertes. En aceite, se usa para los dolores de tipo reumático.

• Laurel, romero: se hacen infusiones para tratar afecciones respiratorias, anginas, resfríos. Son ideales para utilizar en humidificadores, para depurar el ambiente.

• Semillas de zapallo: si se las ingiere, tienen propiedades antiparasitarias, e incluso pueden consumirlas las mascotas.

Para hacer una infusión, colocar el producto en agua hirviendo, dejar reposar por cinco minutos y luego colar. Las proporciones del producto, el agua e incluso el tiempo de preparación pueden variar. Una decocción o cocimiento se logra dejando hervir la hierba en agua, por un tiempo determinado.

¡Ojo al yuyo !

Las plantas medicinales nunca deben ser consumidas sin hacer una consulta previa al médico. Esto debe ser estricto en embarazadas, mujeres que amamantan y niños pequeños. Por otro lado, como aconseja el doctor Julio Zygadlo, a la hora de comprarlas es importante elegir aquellas que declaren en sus envases algún tipo de control, ya sea de la ANMAT o de otro organismo oficial. También hay que estar atentos a la conservación: si una bolsita de hierbas permanece expuesta al sol o a temperaturas altas, seguramente será un producto degradado.

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