Emmanuel Macron, considerado liberal por algunos, ha sido reelegido como presidente francés. Según las proyecciones tras el cierre de los colegios electorales el domingo pasado por la noche, se impuso claramente a la nacionalista de derecha Marine Le Pen, crítica con la UE. Según las emisoras France 2 y TF1, Macron recibió 58,6% de los votos, mientras su rival, Le Pen, el 41,4%.
La victoria de Macron debe verse sobre todo, como la derrota de Le Pen, quien no demoró en reconocer su derrota, aunque hubo fuertes silbidos y abucheos en su sede electoral cuando se anunciaron los resultados.
Tras la primera ronda de votaciones, varios partidos pidieron que se construyera «un muro» contra el avance de la derecha y que se impidiera que una presidente como Le Pen, que a pesar de su apariencia moderada, sigue manteniendo posiciones de extrema derecha.
Macron de 44 años, también se benefició del deseo de los franceses, de mantener una cierta estabilidad ante la guerra de Ucrania. Sin embargo, muchos franceses están descontentos con el primer mandato de Macron y continúan considerando que su estilo político es ciertamente arrogante.
A su vez, las elecciones parlamentarias ya están programadas para junio y se considera muy poco probable que Macron pueda ganar también allí. Esto constituye una amenaza que se cierne sobre él y sobre toda Francia, ya que la coexistencia de un presidente fuerte en el Ejecutivo y un Jefe de Gobierno que pertenecen a partidos diferentes.
Un suspiro de alivio en Europa
La victoria electoral de Macron debería ser un gran alivio para países como Alemania y Europa en general ya que el carismático presidente no era en lo absoluto considerado como «el socio preferido»; pero su oponente tenía entre sus planes, romper con décadas de estrecha cooperación con Alemania.
El presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, expresó su alivio por la reelección de Macron. «Podemos contar con Francia durante cinco años más«, tuiteó el belga el domingo por la noche. «En estos tiempos tormentosos, necesitamos una Europa fuerte y una Francia plenamente comprometida con una Unión Europea más soberana y estratégica«. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también felicitaron a Macron por sendos posteos en Twitter.
Le Pen, nacionalista euroescéptica, se esforzó por frenar con decisión la influencia de la Unión Europea en Francia y podría haber frenado muchos proyectos de Bruselas por sus propios intereses. Además, su cercanía al líder del Kremlin, Vladimir Putin, alimentó la preocupación de que el firme frente pro-Ucrania de Occidente pudiera haberse desmoronado tras un eventual triunfo de Le Pen.
Le Pen ve un éxito rotundo
Le Pen intentó convertir la última derrota electoral en un arranque de campaña para las elecciones parlamentarias de junio en la noche electoral. No se rinde y advierte a sus partidarios de que existe «un gran peligro» de que Macron vuelva a ganar las elecciones parlamentarias.
Según los primeros sondeos, Le Pen se sitúa entre el 42 al 43% en las encuestas de cara a Junio. «Este resultado fue una victoria rotunda«, había manifestado, en alusión al resultado obtenido hace cinco años. En ese entonces, perdió frente a Macron por algo menos del 34%.
Melenchon: La campaña electoral está abierta
Al igual que Le Pen, el político de izquierda, Jean-Luc Melenchon, que se quedó fuera de la segunda vuelta por poco, subrayó que la campaña para las elecciones parlamentarias está abierta. Dirigiéndose a todos aquellos que no han votado a Macron o lo han hecho a regañadientes, Melenchon expresó que «todavía hay una forma de vencer a Macron mediante las elecciones parlamentarias de junio«.
Le Pen pierde el segundo duelo contra Macron
Ya en 2017, el entonces joven político Macron y la derechista Le Pen se enfrentaron en la segunda vuelta de las presidenciales. Sin embargo, en ese momento, Le Pen fue derrotada de forma mucho más clara por su oponente: sólo obtuvo un tercio de los votos.
Macron, que hizo campaña sobre el progreso económico, había llegado al Elíseo en 2017 con su movimiento «La Republique en Marche». En aquel momento, era un candidato considerado más bien de izquierda, aunque en la actualidad se observa que hizo una suerte de giro hacia un perfil que podría definirlo como un «liberal-conservador«. Antes de ser presidente, el norteño francés trabajó como banquero de inversión, asesoró al presidente socialista François Hollande y fue ministro de Economía de este último entre 2014 y 2016.
Karin Hiebaum Corresponsal de temas internacionales