Aunque faltan casi tres meses para las vacaciones, la gente ya empezó a reservar por temor a mayores subas.El alza en los paquetes turísticos al exterior duplica al de los alquileres en la Costa.
Meterse al mar en el Caribe, sacarse fotos con la Torre Eiffel, ir de shopping a Miami o hasta veranear en Brasil o Uruguay son “lujos” cada vez más inalcanzable para la clase media. Por la suba del dólar y los recargos, este verano descansar en el exterior costará en promedio un 65% más. Y el temor a que los precios suban todavía más llevó a muchos a anticipar sus reservas.
Un relevamiento de Clarín sobre paquetes turísticos para los destinos más tradicionales mostró que los turistas hoy encuentran ese nivel de aumento en los precios, en comparación con lo que salían los mismos viajes un año atrás.
El salto es similar al sufrido por el dólar para los viajes al exterior, que suma a la cotización oficial un 35% de recargo y que pasó en 12 meses de $ 7 a $ 11,45 (un 64% más). Esa suba al menos duplica la de los alquileres en la Costa –prometida en un 25%– y deja atrás a la inflación, calculada en 41% anual por las consultoras privadas.
Algunos ejemplos evidencian el impacto. Un tour de 9 días por Italia pasó en un año de salir $ 14.500 a $ 24.500 por persona. Una semana en un “all inclusive” de Punta Cana subió de $ 15.500 a $ 26.500, siempre por pasajero y en base doble. Por conocer Machu Pichu, una agencia hoy cobra $ 21.300, 64% más que los $ 13.000 de hace un año, cuando el recargo de la AFIP aún era del 20%.
Más cerca, un viaje en ferry de una semana a Punta del Este se cobraba $ 4.500 para el verano 2014, pero ahora sale $ 7.900. Pasar el mismo tiempo en Buzios y Río de Janeiro, llegando en avión, se encareció de $ 9.300 a $ 14.500. Y un crucero de 9 noches a Río pasó de $ 10.600 a más de $ 16.300. Todos precios que los viajeros, en las últimas semanas, buscaron dejar “congelados” al cambio actual.
“Este año las consultas empezaron antes, incentivadas por el aumento de la brecha entre el dólar oficial y el informal. Ya en septiembre hubo muchas reservas para el verano, y hasta para Semana Santa y las vacaciones de invierno 2015”, comentó Andres Malenky, cofundador del portal Turismocity.com, que permite comparar tarifas de más de 100 agencias de viajes.
Sucede que el reciente aumento del dólar blue hasta $ 16 –luego revertido– sumó atractivo a la idea de viajar, especialmente para quienes tenían ahorros en dólares y pudieron venderlos a ese precio, dicen en las agencias. También fue un incentivo la aparición de planes de 18 y 24 cuotas sin interés, que facilitan pagar sumas tan grandes.
Basta ver que, sólo en vuelos directos de ida y vuelta, partiendo en enero, se están pagando al menos $ 9.000 para ir a Río de Janeiro y unos $ 19.000 para llegar a Miami o Nueva York. Hacia ciudades como Madrid o París, en tanto, la suma asciende a más de $ 27.000. A lo que luego se agregan gastos de alojamiento, comidas y otros.
Hay dudas en el sector sobre cómo impactará en las salidas la suba de los precios, del 140% en dos años. Lo que sí notan es que los viajeros adoptan nuevos hábitos para reducir gastos. Su máxima parecería ser: más cerca, más barato y con más descuentos”.
“Este año hay mayor inclinación por reservar a destinos nacionales o a países limítrofes. Quienes siempre veranearon afuera mantienen sus preferencias, pero ahora están más atentos a las ofertas y los descuentos”, comentó Paula Cristi, gerente Comercial de Despegar.com, donde Miami y Río de Janeiro encabezan este año el ránking.
Brasil, en este contexto, tentará por su cercanía y por subas algo más leves. “Está realmente atractivo para este verano ya que el aéreo sale más económico que al Caribe”, opinó Martín Romano, country manager de la agencia Atrapalo.com.ar. “Los que se encarecieron mucho –opuso– son destinos como los de Medio Oriente y los ‘exóticos’, como Polinesia, Vietnam y Tailandia, que se hicieron difíciles de alcanzar para la clase media”.
“La gente también está más flexible al comprar –destacó Malenky–. Algunos ahora definen las fechas según los precios más bajos disponibles, y hasta llegan a cambiar el destino si surgen ofertas”.
Se prevé que este verano muchos comprarán el nuevo dólar “para tenencia”, antes que el indicado para viajes al exterior, porque sólo paga 20% de recargo. También es esperable que los viajeros, otra vez, busquen “tarjetear” todo lo posible.
“Ir al exterior se ha puesto muy caro –analizó Nicolás Litvinoff, experto en finanzas personales y director de Estudinero.net–. Si ya se tiene el dinero, pagar en cuotas sin interés puede ser conveniente. Pero si no hay un ahorro de respaldo, hay que pensar bien antes de endeudarse si luego el estrés de pagar las cuotas no terminará erosionando lo disfrutado”.
fuente: http://www.clarin.com/edicion-impresa/Veranear-afuera-caro-ano-pasado_0_1231676859.html