La fiscalía estadounidense, que trabaja en el caso de la FIFA, tiene un su informe un lugar para Julio Humberto Grondona, el ya fallecido presidente de la AFA durante más de 25 años. Lo acusan de haber recibido quince millones de dólares en 2013 como coima por la comercialización de las Copas América de 2015, 2016, 2019 y 2023.
De acuerdo a lo informado, el dinero fue entregado por Datisa, firma creada para unir los intereses comerciales de las empresas Traffic, Torneos y Competencias y Full Play cuando se confirmó la celebración de la Copa América Centenario, a jugarse en Estados Unidos en 2016.
«Datisa acordó pagar 100 millones de dólares en sobornos a oficiales de Conmebol y también de la FIFA , a cambio del contrato de Copa América: veinte millones por la firma del contrato y veinte millones por cada una de cuatro ediciones del torneo (2015, 2016, 2019 y 2023)», dijo la Fiscalía en el documento y agrega que: «Cada pago de 20 millones fue dividido en sobornos de la siguiente forma: tres millones para cada uno de los máximos dirigentes de la Conmebol: el presidente de la Confederación y los presidentes de las Federaciones de Brasil y Argentina, y 1,5 millones de dólares a cada uno de los otros siete presidentes de las federaciones de la Conmebol». En aquel entonces la Conmebol era dirigida por Eugenio Figueredo, uruguayo, la AFA en manos de Grondona y la CBF por José María Marin.
Además, de acuerdo a lo sostenido por el informe, hubo otro dinero adicional para otro funcionario de la Conmebol. El documento menciona como receptores de sobornos a Rafael Esquivel (presidente de la Federación Venezolana de Fútbol) y Nicolás Leoz (ex presidente de la Conmebol), más cinco cómplices cuyos nombres no se revelan, y otros dirigentes.