Las bicisendas implementadas por el gobierno de Mariano Campero, son una prueba clara del divorcio que existe entre la clase dirigente y la ciudadanía en Yerba Buena.
El orden de prioridades pareciera estar «patas para arriba». ¡Cuál hubiese sido la prioridad para el vecino de Yerba Buena? Aplicar un enorme gasto en estas bicisendas totalmente inútiles podría haber ido a parar sin dudas, por ejemplo, al Centro Asistencial Ramón Carrillo.
El 03 de Febrero publicamos una nota desde El Diario en Tucumán, en la cual dábamos cuenta de lo llamativo de que un funcionario de tercera categoría tuviese el descaro de defender con llamativos argumentos un proyecto que ya se puede percibir que constituye un verdadero FRACASO.
Esto opinaban dos funcionarios del intendente Mariano Campero por ese entonces:
Un “iluminado” y autopercibido predictor de los deseos de los vecinos de la Yerba Buena del futuro (el subsecretario de Planeamiento Urbano, Ing. Franco Marigliano) se atrevió, haciendo uso del generoso espacio que otorga el diario La Gaceta a los funcionarios de la intendencia de Mariano Campero, en afirmar que: “Vamos hacia otro modelo de ciudad. La casita individual en lotes de 1.500 m2 de tiempos de nuestros abuelos va a quedar en el Casco Viejo o en El Corte, que marcan la identidad de la ciudad”. (¿…?)
Marcos Novillo (director de Comunicación, Modernización y Gobierno Abierto de Yerba Buena) afirmó en otra nota del mismo medio que: “la ciclovía se suma como una medida de transporte sustentable, dentro de la gestión del intendente; una gestión innovadora. Esto se hace pensando a futuro; mucha gente reniega de la ciclovía, pero estamos pensando la ciudad para dentro de 20 o 30 años…” (¿…?).
Lo cierto es que desde que se implementó la medida, las bicisendas pasaron a constituir (más que un beneficio) un verdadero obstáculo para los que recorren la ciudad todos los días.
La falta de un verdadero estudio técnico y la consulta a los vecinos, provocaron que desde Febrero a la fecha, ya hubiese deterioros notables en los elementos que constituyen las ciclovías. El mantenimiento de las mismas genera un costo adicional verdaderamente inútil.
Así las cosas y tal como se ve en la foto de portada de esta nota, estos «obstáculos» urbanísticos son tan innecesarios, que el ciclista que se ve en la misma, va de CONTRAMANO en la bicisenda.
Si bien fue Planeamiento quien llevó a cabo esta movida, es el Área de Tránsito de la municipalidad la que ve acentuados los problemas que ya tenía para «domar» al vecino. Un ejemplo claro se da en la calle.
La ciclovía se convierte en una porción de la calzada muy peligroso para quien pretenda utilizarla. El caso de la Calle Anzorena, al costado Este del Shopping del Solar, constituye una muestra cabal de ello. Dicha arteria, que de por sí tiene un tránsito caótico, que cuenta con una salida del estacionamiento de ese predio que obliga a acelerar a los conductores de automotores, sin que puedas visualizar si hay bicicletas circulando, constituyen un peligro latente de un accidente por venir. Ya de por sí, ese shopping posee dársenas para estacionamiento, que se suman a las del costado Este, originando un verdadero peligro para todo aquel que se movilice en lo que fuere.
Tal vez llegó la hora de «reperfilar» el proyecto de Ciclovías y aplicarlos en arterias en donde realmente se las necesita, como la Av. Pte. Perón, que es justamente el lugar de alta concentración de vecinos y deportistas de otras localidades, que hacen uso de bicicletas y en donde ya hubieron accidentes.